La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su amenaza de declarar una emergencia nacional para iniciar una deportación masiva de migrantes indocumentados, plantea un desafío significativo para multinacionales mexicanas como Cemex, Chedraui y Gruma cuyos ingresos dependen entre 32 y hasta 56 por ciento de este mercado, además de que podrían encarecer sus costos laborales en la Unión Americana.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump planteó declarar una emergencia nacional para hacer deportaciones masivas de migrantes indocumentados, lo que impactaría sectores clave como la agricultura, construcción, hospitalidad y el comercio detallista.
El American Immigration Council de EU estimó que en la Unión Americana hay cerca de 11 millones de indocumentados, por lo que advirtió que perderlos empeoraría “los graves desafíos de la fuerza laboral con los que muchas industrias ya han estado luchando en los últimos años”.
“Las industrias de la construcción y la agricultura perderían al menos uno de cada ocho trabajadores, mientras que en la hotelería, aproximadamente uno de cada 14 trabajadores sería deportado debido a su situación”, advirtió en un reporte la ONG.
Gruma obtiene 55.6 por ciento de sus ingresos de EU; Chedraui el 52.6 por ciento; Herdez el 41.3 por ciento y Cemex el 32 por ciento y aunque estas empresas no contratan inmigrantes ilegales, se advierte que podrían sufrir para cumplir sus planes de expansión y para mantener a sus trabajadores, ante el déficit de empleados que se avecinaría.
“En 2022, casi el 90 por ciento de los inmigrantes indocumentados estaban en edad de trabajar, en comparación con el 61.3 por ciento de la población nacida en Estados Unidos entre 16 y 64 años, lo que hace que los inmigrantes indocumentados tengan más probabilidades de participar activamente en la fuerza laboral”, según el American Immigration Council de EU.
Julian Fernández, CEO de Ferdez Business Consulting, señaló que las deportaciones masivas podrían golpear a estas compañías mexicanas que dependen de trabajadores inmigrantes en áreas críticas como logística, mantenimiento y limpieza.
“Una deportación masiva complicaría la contratación, aumentaría costos laborales y reduciría la capacidad operativa”, indicó.
Marcela Muñoz, subdirectora de análisis de Vector Casa de Bolsa, mencionó que las empresas como Cemex, Herdez, Gruma y Chedraui suelen cumplir con las normativas locales, por lo que ve un reducido impacto con las deportaciones.
“Sería muy complicado que contrataran inmigrantes que no tuvieran la documentación pertinente. Desde la primera instancia, eso no es un tema”, aseguró.
El consumo de productos de empresas como Herdez y Gruma está estrechamente ligado a la población hispana en Estados Unidos.
Antonio Hernández, analista en Actinver, advirtió que, en el caso de los autoservicios como Chedraui, que tiene una presencia relevante en estados como Texas y California, donde reside cerca del 60 por ciento de los inmigrantes mexicanos según el Instituto de Política Migratoria, podría enfrentar complicaciones en sus operaciones si se reduce su mercado objetivo hispano.
“Chedraui tiene una exposición alta en Estados Unidos con el segmento de hispanos por lo que sí hay una deportación masiva, claramente les afectaría”, comentó.
Grupo Chedraui opera actualmente 866 tiendas, de las cuales 382 están en Estados Unidos, lo que representa 44 por ciento de sus sucursales. Estas unidades funcionan bajo las marcas El Súper, Fiesta y Smart & Final. En su reporte correspondiente al tercer trimestre de 2024, la compañía reportó ventas totales en su división de Estados Unidos por 107 mil 205 millones de pesos, cifra que equivale al 52.5 por ciento de sus ingresos totales.
Por su parte Gruma, cuyos ingresos dependen en 56 por ciento de Estados Unidos, advirtió en una presentación que el 19.4 por ciento de la población de Estados Unidos es hispana, de los cuales el 58 por ciento son de ascendencia mexicana.
A pesar de ello, la empresa que encabeza Juan Antonio González Moreno, advierte que los no hispanos aportan la mayor parte del consumo de comida mexicana en restaurantes en la Unión Americana, donde platillos como los burritos, wraps y tacos ya son parte de la dieta estadounidense.
Ayer el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que firmará una orden ejecutiva para imponer un arancel del 25 por ciento a todos los productos que entren a Estados Unidos desde México y Canadá. Este enfoque, sumado a su retórica proteccionista, afectará a la competitividad de las multinacionales mexicanas frente a empresas estadounidenses, según Richard Horbach, analista de Intercam.
“Trump tiene una posición más proteccionista, y su manera de negociar históricamente ha sido por medio de amenazas. Aunque algunas las cumple y otras no, busca obtener beneficios”, explicó.
Además, las políticas de Trump podrían incluir restricciones comerciales o ajustes al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que representaría barreras adicionales para estas compañías.
Aunque el impacto final depende de cómo se concreten dichas medidas, Horbach advirtió que el entorno de incertidumbre complica la planeación estratégica de las empresas mexicanas.