Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de Pakistán han muerto este martes atropellados en una protesta para reclamar la liberación del ex primer ministro encarcelado Imran Khan , ha según ha asegurado el Gobierno pakistaní. A pesar de que la administración municipal prohibió la semana pasada las concentraciones públicas, los simpatizantes de Khan, armados con palos y hondas, se encuentran a menos de 10 kilómetros de un edificio gubernamental de la capital que quieren ocupar para reclamar la liberación de su líder, informa AFP. El primer ministro Shehbaz Sharif dijo que los agentes murieron «atropellados por un vehículo». «Estos elementos disruptivos no buscan la revolución, sino un baño de sangre», afirmó en un comunicado. «Esto no es una protesta pacífica, es extremismo », agregó. El lunes, el Gobierno ya había informado de que un agente había muerto y nueve estaban heridos graves en dos días de enfrentamientos ente las fuerzas de seguridad y los manifestantes que avanzan hacia Islamabad. De hecho, las autoridades de Pakistán han desplegado este lunes al Ejército en la capital. El Ministerio del Interior ha pedido a las fuerzas de seguridad que actúen con decisión ante los «agitadores y malhechores» e incluso las ha autorizado a tomar medidas extremas como disparar a los «alborotadores» en el acto, según informaciones del diario 'The News International'. La iniciativa permite a las Fuerzas Armadas paquistaníes ha imponer un toque de queda en cualquier localidad del país, si así lo considera, en aras de mantener la ley y el orden. Imran Khan, un popular político y exjugador de críquet, lleva encarcelado desde agosto de 2023 y no pudo presentarse a las elecciones de febrero por la serie de acusaciones que pesan contra él. Entre ellas se encuentran el matrimonio ilegal, la corrupción o la incitación de disturbios. Desde entonces, su partido Tehreek-e-Insaf (PTI) desafía al gobierno con frecuentes manifestaciones en las que llama a sus seguidores a ocupar espacios públicos en Islamabad y otras grandes ciudades. Desde el sábado, la capital se encuentra bajo un fuerte dispositivo de seguridad, con cortes esporádicos en el internet móvil y más de 20.000 policías desplegados, muchos con equipo antidisturbios. La principal demanda del PTI es la liberación de Khan, primer ministro entre 2018 y 2022, aunque también protesta por un presunto amaño de las elecciones de febrero y una reciente enmienda constitucional del gobierno que da más poder a los tribunales. Khan fue cesado por una moción de censura tras enemistarse con la cúpula militar que, según los analistas, es la que determina el auge y la caída de los políticos en Pakistán.