El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes su intención de imponer aranceles masivos a las importaciones de México, Canadá y China, en represalia por lo que considera una falta de cooperación para frenar el flujo de drogas y la migración ilegal hacia Estados Unidos. A través de su red Truth Social, Trump informó que planea firmar, el próximo 20 de enero, una orden ejecutiva que establecerá un arancel del 25 % sobre todos los productos provenientes de México y Canadá, como medida de presión para que ambos países intensifiquen su control fronterizo.
“Exigimos que utilicen su poder absoluto para solucionar este problema que ha persistido demasiado tiempo. Hasta que lo hagan, ¡es hora de que paguen un precio muy alto!”, declaró Trump. Según el presidente electo, el arancel se mantendrá hasta que Estados Unidos considere que ambos países han tomado suficientes medidas para detener lo que Trump llamó “la invasión” de drogas e inmigrantes indocumentados.
Además, Trump reiteró su intención de imponer un arancel adicional del 10 % a las importaciones chinas, en respuesta al flujo continuo de fentanilo que llega a Estados Unidos, principalmente a través de la frontera con México. Trump explicó que ha mantenido numerosas conversaciones con representantes de China sobre este problema, pero que no ha visto cambios tangibles. “Representantes de China me dijeron que instituirían la pena de muerte para cualquier narcotraficante que fuera sorprendido, pero lamentablemente no han cumplido, y las drogas siguen llegando a niveles sin precedentes”, afirmó.
Desde su primera campaña presidencial, Trump ha insistido en proteger los empleos en Estados Unidos mediante la imposición de aranceles a las importaciones. Según declaró en su red social, su objetivo a largo plazo es implementar aranceles del 20 % sobre todos los productos importados, y hasta del 60 % para los provenientes de China, en un esfuerzo por continuar la guerra comercial iniciada durante su primer mandato en 2018. Uno de sus objetivos principales es la industria automotriz: Trump ha amenazado con imponer un arancel de hasta el 200 % a los automóviles fabricados en México, con el fin de evitar que fabricantes chinos de vehículos y piezas se establezcan en ese país para exportar a Estados Unidos.
En respuesta a las amenazas de Trump, el portavoz de la Embajada de China en Washington, Liu Pengyu, expresó que “la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos es mutuamente beneficiosa por naturaleza. Nadie ganará una guerra comercial o arancelaria”, señaló Liu desde su cuenta oficial en la red social X. Asimismo, rechazó las acusaciones de Trump sobre el flujo de precursores químicos para la fabricación de fentanilo, afirmando que “la idea de que China permite deliberadamente que los precursores lleguen a Estados Unidos va completamente en contra de los hechos”.
Liu también subrayó que China y Estados Unidos han retomado las comunicaciones antinarcóticos desde que los presidentes Xi Jinping y Joe Biden se reunieron en San Francisco en noviembre del año pasado, y que China ha informado a Estados Unidos de sus esfuerzos en la lucha contra el tráfico de fentanilo.
La declaración de Trump no solo reaviva la guerra comercial con China, sino que también amenaza con desestabilizar el flujo comercial entre los tres países norteamericanos. Los expertos advierten que la imposición de estos aranceles podría impactar tanto a consumidores estadounidenses como a empresas que dependen de las cadenas de suministro integradas en América del Norte.
El plan de Trump de implementar aranceles masivos podría exacerbar las tensiones económicas y diplomáticas con dos de los mayores socios comerciales de Estados Unidos, y añadir presión a las relaciones ya complicadas entre Estados Unidos y China.