Cuando apenas han pasado
24 horas de una exhibición de pizarra a otra mayor, demostrando cuán poco tarda en dejar atrás el pasado en su incesante búsqueda de la excelencia en una NBA con la memoria efímera al fin y al cabo. Una noche después de derrotar a su valedor y maestro con un puñado de bajas ante el tridente
Sabonis - Fox - DeRozan de los Kings, Jordi Fernández se presentó en San Francisco con sus Nets para irse con una victoria contra
Stephen Curry y sus revitalizados Golden State Warriors, mejor dinastía de la última década y líder del Oeste. Y con cierta claridad (120-128) tras llegar a perder de 18 al inicio del tercer cuarto.
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