'Ruido', el primer largometraje de la cineasta ganadora de un premio Goya Ingride Santos, se ambienta en las calles de la Barcelona más urbana e hija de la inmigración y tiene previsto el estreno para septiembre de 2025
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“Esta película puede ser una buena peli de culto y referencia para la gente del mundo del rap y el freestyle, pero yo tengo la esperanza de que rompa moldes y se convierta en un nuevo El Bola o un Barrio”, dice Toni Carrizosa durante el rodaje de Ruido, que tiene lugar en el Parc de l'Espanya industrial, en el barrio Barcelonés de Sants y a pocos metros de la estación de tren que lleva el mismo nombre.
El productor del fenómeno Casa en flames, y de series de El Terrat como El otro lado de Berto Romero o Maricón perdido de Bob Pop, impulsa junto a Filmin la primera película de la directora Ingride Santos, ganadora del Goya al mejor corto en 2021 por Beef, un trabajo donde la música urbana tenía ya un peso argumental en la trama. Carrizosa hace referencia a esas dos míticas películas del cine español porque en ellas los protagonistas no eran, en principio, actores profesionales sino jóvenes de barrios periféricos que se sumergían en un mundo de ficción con mucha base real. En el caso de Ruido, el productor argumenta su entusiasmo: “Será la primera película cuya protagonista pertenece a la segunda generación de personas migradas y que vive en la periferia de Barcelona”.
La protagonista a la que se refiere Carrizosa es Latifa Drame, Lati, una joven actriz sin experiencia previa, afrodescendiente y musulmana, que nació en Moncada i Reixac, una población de la comarca del Vallés Occidental pegada a Barcelona y que la vía del tren parte literalmente en dos. “Hace poco leí el dato de que en Catalunya el 30% de los nacidos en 2023 no tenía una madre española”, apunta Carrizosa para dar relevancia al protagonismo de Lati. “Son ya una realidad que pronto dará incluso Mossos d'Esquadra, pero que en el cine español está invisibilizada”, se queja el productor.
“Ruido quiere ser una película urbana, que hable de los barrios y de las nuevas músicas urbanas desde la realidad de la calle”, dice Ingride Santos, su directora. Santos asegura que pretende hacer “una película de ficción documental, pero con una fotografía muy cuidada”, para lo cual cuenta con Beatriz Sastre, responsable de la imagen de cintas como La boda de rosa. Explica que desde hace años se siente interesada por los ambientes callejeros donde los jóvenes desarrollan el freestyle, una variedad donde el rapero no escribe las rimas, sino que se distingue por su habilidad para improvisar sobre el escenario.
Los, y en este caso las, freestylers compiten entre ellos en las llamadas “peleas de gallos”, donde por turnos los contendientes se despellejan verbalmente usando el ingenio para insultar y denigrar al adversario. Un ejemplo cinematográfico es la película 8 mile, donde el rapeo blanco Eminem se bate con otros raperos en un duelo dialéctico de tanto ingenio como crueldad y falta de compasión.
Santos desvela que, tras la pandemia, se fue acercando poco a poco a los grupos de jóvenes que se reunían en este parque del barrio de Sants para cantar sus rimas y gestionar sus propias peleas de gallos. “Al principio me veían como una cuarentona rara que hace guiones, pero me fueron aceptando”, bromea la directora, que agrega que “tenía claro que quería hacer una película sobre el ambiente del freestyle”.
Pero el detonante de la decisión de hacer Ruido fue conocer a su protagonista, Lati. “Es una bomba del freestyle”, suelta Santos. “Hay que verla en acción”, interviene Carrizosa. “En el parque me juntaba con amigos que rapeaban y empecé a hacerlo yo también hasta que un amigo me incitó a venir aquí [a Sants] para participar en una pelea de gallos y así lo hice”, cuenta la rapera, ataviada con una pieza de chándal gris impermeable, y con capucha, en la que se pueden ver los anagramas de Prada y de Pirelli, dos marcas del gusto de los jóvenes del ambiente. Lati puntualiza que el vídeo de su intervención se viralizó en TikTok. En esta red pueden visualizar algunas de sus actuaciones bajo el apodo de “latiniebla”.
“Al conocer a Lati, me surgió la idea de que la protagonista fuera una joven afrodescendiente y musulmana y me puse a construir la subtrama que explicara su conflicto vital”, dice la directora. El conflicto es que Lati tiene una madre tradicional, y de fuertes convicciones religiosas musulmanas, que es contraria al estilo de vida de su hija. “En la realidad no pasa igual; me llevo bien con mi madre”, aclara la joven rapera con una sonrisa.
Son pocas las chicas que participan en peleas de gallos, apenas cinco por 150 pavos [chicos]
Por otro lado, Lati establece una relación de aprendizaje con Judy, interpretada por otra actriz sin experiencia previa, Judith Álvarez, una joven del barrio del Poble Sec que también tiene afición musical, aunque en este caso inclinada hacia el r'n'b. En Ruido, Alvarez es una freestyler ya retirada a la que Lati se acerca para que la ayude a progresar. Al principio Judy pretende sacarle dinero sin esfuerzo, pero pronto descubre el talento de la joven y se implica.
“Son pocas las chicas que participan en peleas de gallos, apenas cinco por 150 pavos [chicos]”, explica Santos, que agrega: “Hay que ser muy fuerte mentalmente, porque es un deporte muy agresivo donde puedes recibir todo tipo de descalificaciones”. Lati asiente y remacha: “No me preocupa que sea un mundo muy de tíos, ellos dan caña pero yo también la doy”.
De todos modos, Santos revela que realizó un casting intensivo entre todas las jóvenes del ambiente en Barcelona hasta decidirse por las actrices que encarnarían a Judy y a Lati. A partir de ahí comenzó una tarea de planificación y entrenamiento de las actrices. “Al principio empezamos con un iPad en la cara para que practicaran”, relata Santos. “Fue complicado, pero gracias a un entrenador de actores mejoramos muchísimo y ahora nos sentimos preparadas para todo”, asegura Judith Álvarez, la coprotagonista en el papel de Judy.
El rodaje de Ruido ha ido así progresando hasta que, tras tres semanas de rodaje, quedan dos antes de volar a México para rodar el final de la cinta durante otras dos semanas. “El presupuesto es de 1,6 millones para la parte que se rueda en España, pero con la parte mexicana llegará a los dos millones”, aclara Carrizosa.
En cuanto al papel de México en la película, la directora recurre al vínculo musical que tienen España y México. “Entras en un taxi en el D.F. y oyes en la radio a Héroes del Silencio”, ejemplifica para señalar que “en cuanto una artista despunta en España, inmediatamente vuela a México para proseguir su carrera”.
“En el freestyle te inicias en las batallas de los parques y, si despuntas, pasas a las ligas nacionales, básicamente la FMS y la Liga Red Bull”, prosigue Santos. “Pero si triunfas ahí, tienes que saltar a las ligas mundiales y en este sentido el D.F. tiene una liga muy potente”, termina la directora, dando pistas de la evolución profesional de la protagonista de Ruido. En cuanto al estreno, Carrizosa apunta a “septiembre del año que viene como muy pronto”.