El 29 de febrero de 1996, Perú vivió uno de los episodios más oscuros en su historia aeronáutica: el accidente del Vuelo 251 de la aerolínea Faucett Perú. El Boeing 737-222, que partió desde el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en Lima hacia la ciudad de Arequipa, impactó violentamente contra una montaña, dejando a las 123 personas a bordo sin posibilidad de sobrevivir. Este desastre, el peor accidente aéreo en la historia del país, dejó una marca imborrable en la memoria colectiva.
La tragedia no solo afectó a familias peruanas, sino también a extranjeros de diversas nacionalidades, incluidos chilenos, brasileños y belgas. Las operaciones de rescate, dificultadas por el terreno abrupto y la fragmentación del fuselaje, revelaron las fallas estructurales en la seguridad aérea de la época. Sin embargo, ¿qué provocó que esta tragedia fuera inevitable?
El fatídico Vuelo 251 tenía como destino el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón de Arequipa. A las 8:25 p.m., en medio de una densa niebla y la oscuridad de la noche, el avión se estrelló contra una quebrada. Según informes de la época, el Boeing 737 impactó primero con su sección delantera, lo que provocó que el resto del fuselaje se fragmentara y esparciera por la zona montañosa.
Entre las 123 víctimas se encontraban personas prominentes como el hijo del reconocido artista Fernando de Szyszlo y la poeta Blanca Varela, lo que aumentó el impacto emocional de la tragedia. Los esfuerzos por recuperar los cuerpos y restos del avión se complicaron por la ubicación remota del siniestro, dejando un panorama devastador.
Investigaciones posteriores concluyeron que el principal factor del accidente fue un fallo en el altímetro del avión, un instrumento clave para determinar la altitud. Este dispositivo marcó erróneamente 9,500 pies cuando, en realidad, la aeronave volaba a 8,644 pies, una diferencia crítica que llevó al piloto a realizar un descenso que resultó fatal. El altímetro defectuoso, sumado a la falta de visibilidad, creó un escenario donde el error humano y las fallas técnicas convergieron, sellando el destino del vuelo.
Faucett Perú, una de las compañías más emblemáticas de la aviación nacional, enfrentó serios cuestionamientos tras la tragedia. Aunque el accidente del Vuelo 251 fue un golpe significativo para su reputación, la empresa ya atravesaba dificultades económicas y administrativas que agravaron su situación.
Un año después del accidente, en 1997, Faucett Perú fue declarada en quiebra durante el gobierno de Alberto Fujimori. La aerolínea entró en un proceso de liquidación, marcando el fin de una era para la industria aeronáutica del país. El impacto del accidente y la crisis financiera cerraron el capítulo de una empresa que había liderado los cielos peruanos por décadas.
Faucett Perú voló durante 69 años, desde su fundación en 1928 hasta su desaparición en 1997. Su trayectoria estuvo llena de hitos, incluyendo ser la primera aerolínea peruana en realizar vuelos internacionales. Sin embargo, su legado quedó opacado por su colapso económico y la tragedia del Vuelo 251.
Fundada por Elmer J. Faucett, esta empresa fue pionera en conectar la costa, sierra y selva del Perú. Además, incursionó en vuelos internacionales hacia destinos como Miami. Su aporte a la aviación comercial fue significativo, al punto de ser condecorada por el Gobierno peruano. Sin embargo, las deudas y la competencia de AeroPerú la llevaron al declive, cerrando sus operaciones tras casi siete décadas de servicio.
