En el competitivo mundo laboral, las entrevistas de trabajo son una oportunidad clave para destacar. Sin embargo, ciertos errores pueden enviar señales de alerta que impacten negativamente en la percepción del reclutador. Emily Levine, vicepresidenta ejecutiva de Career Group Companies y experta en el área, ha entrevistado a miles de candidatos, muchas veces para posiciones exigentes como asistentes personales o jefes de personal para celebridades, y comparte cuáles son los principales comportamientos que pueden perjudicarte durante una entrevista.
La puntualidad es clave en cualquier entrevista, pero llegar con demasiada anticipación puede jugar en tu contra. Esto puede interpretarse como un signo de ansiedad y generar incomodidad en el entrevistador al sentir que debe apresurarse para atenderte. Lo ideal es presentarte en el lugar 10-15 minutos antes de la hora pactada.
Si tienes tiempo extra, utilízalo para ubicarte, relajarte y preparar tus pensamientos sin entrar directamente al espacio de la entrevista antes del momento adecuado.
La apariencia profesional y la forma en que te presentas son elementos que los reclutadores observan cuidadosamente. Tanto en entrevistas en línea como presenciales, existen algunos errores frecuentes, como mascar chicle, usar gafas de sol o presentarse con olores fuertes, (ya sea de tabaco o perfumes excesivos), pueden considerarse señales de falta de profesionalismo.
El objetivo es garantizar que la impresión que causes esté basada en tu experiencia y habilidades, no en distracciones externas. Una imagen neutra y profesional permite que tu talento sea el verdadero protagonista.
Hablar de empleos anteriores puede ser un arma de doble filo. Un error muy común en las entrevistas es revelar información confidencial o hablar mal de trabajos previos. Esto no solo genera desconfianza, sino que también puede transmitir falta de lealtad y profesionalismo. Incluso si tu experiencia pasada no fue positiva, es importante enfocarte en lo que aprendiste y cómo esas vivencias te han preparado para el nuevo desafío.
La discreción y el respeto hacia los empleadores anteriores muestran madurez y ética, cualidades que los reclutadores valoran profundamente.
Una entrevista es más que una conversación, es una oportunidad para demostrar tu comportamiento y profesionalismo. Al evitar estas señales de alerta, puedes aumentar tus posibilidades de causar una impresión positiva y avanzar en el proceso de selección. Tomar en cuenta estos consejos, basados en la experiencia de expertos como Levine, puede marcar una gran diferencia en tu camino hacia el empleo deseado.
