El nanosatélite Chasqui 1, creado por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), lleva diez años en órbita terrestre y se destaca como un hito histórico en la ciencia y tecnología del Perú. Fue un proyecto pionero, que marcó la incursión del país en el ámbito espacial, al permitir monitorear cambios climáticos y analizar ecosistemas a través de imágenes de alta resolución capturadas desde el espacio.
Lanzado en 2014 con la colaboración de la Agencia Espacial Rusa, el Chasqui 1 no solo simboliza el avance tecnológico de la UNI, sino también el potencial del Perú en el desarrollo de proyectos de alto impacto internacional. Su éxito demuestra cómo la innovación científica puede posicionar a naciones emergentes en la escena global y servir de inspiración para nuevas generaciones de ingenieros y científicos peruanos.
El Chasqui 1, desarrollado íntegramente por estudiantes y profesores de la Universidad Nacional de Ingeniería, marcó un antes y un después en la participación del Perú en el sector aeroespacial. Este nanosatélite fue concebido como un laboratorio en miniatura, diseñado para realizar experimentos y captar imágenes de la Tierra, lo que sentaría las bases para futuros proyectos científicos en el país.
El Dr. Aurelio Padilla Ríos, exrector de la UNI y promotor del proyecto Chasqui 1, explicó que la construcción del nanosatélite fue un “esfuerzo entre profesionales, estudiantes y docentes de la UNI”. Además, añadió que “lo más importante, más allá del despegue, es la trayectoria que se sigue después”.
Cabe precisar que el Chasqui 1, es el primer satélite enteramente peruano en ser diseñado por talento nacional y el segundo en haber salido de Tierra rumbo al espacio.
"Es un satélite de forma cúbica de 10 centímetros de arista, de fines académicos y su tiempo de vida útil se calcula que sea de dos meses en los cuales nuestros ingenieros y estudiantes podrán beneficiarse de conocimientos aeroespaciales con miras a la construcción de un satélite de mayor tamaño", detallaron.
Tras su lanzamiento en 2014, el Chasqui 1 despertó mayor interés por la ciencia aeroespacial en el Perú. La construcción de este artefacto, que contaba con una gran capacidad para tomar imágenes, se convirtió en un orgullo para miles de peruanos y dejó en alto el nombre de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Además, según algunos expertos esto serviría para generar lazos entre universidades rusas y peruanas.
“Un proyecto de esta naturaleza debía reunir a todas las especialidades (...) El Chasqui 1 marcó todo un hito porque inspiró a demás generaciones a seguir investigando y es bastante activa la participación de los proyectos de la UNI a nivel internacional ahora mismo”, dijo Freddy Calle Bustinza, miembro del proyecto Chasqui 1. Asimismo, reveló que esta iniciativa agrupó un total de 88 personas de diferentes facultades de la UNI.
Por su parte, el Jefe de Proyecto Satelital de la UNI, ingeniero Mg. José Oliden, mencionó que desde su lanzamiento el proyecto tuvo gran influencia en el incremento de los estudios aeroespaciales en la universidad y las relaciones internacionales con muchos países como Estados Unidos, China, Corea, Japón.
El despegue del Chasqui 1 fue posible gracias al trabajo conjunto con la Agencia Espacial Rusa, que proporcionó el soporte logístico y el lanzamiento desde la Estación Espacial Internacional. Este proyecto resaltó la importancia de la cooperación internacional en el desarrollo de tecnología avanzada, al poscionar al Perú como un actor emergente en la comunidad científica global.
