Hace tiempo que el baloncesto español cerró su etapa dorada, sus heroicidades ya no se traducen en medallas, salvo en el inesperado Eurobasket de 2022 , y ahora le toca sobrevivir cueste lo que cueste y alcanzar los mínimos exigidos. Una difícil situación que, sin embargo, también permite ver al mundo que el combinado nacional está hecho de otra pasta, que su carácter competitivo no es negociable, sin importar quién lleve la camiseta. Un mantra que se escenificó a la perfección el pasado viernes en Bratislava, cuando los chicos de Scariolo se inventaron una victoria ante Eslovaquia que les ha dejado a un solo triunfo de clasificarse para el Eurobasket de 2025. De hecho, si hoy vuelven a vencer a...
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