La Penya Deportiva vencía este domingo a domicilio al Sant Andreu (0-2) en un partido que el árbitro tuvo que detener en dos ocasiones, para terminar mandando a los dos equipos a los vestuarios después de que el portero del conjunto ibicenco, Pablo Picón, recibiera varios escupitajos por parte de aficionados locales. No fue el único incidente que recogió el colegiado en su acta, en la que reflejó que uno de sus asistentes fue amenazado de muerte desde las gradas. «Tengo un cuchillo, te voy a matar», le dijo un espectador. El equipo ibicenco se impuso con los goles de Adrián y Larry en la primera parte de un partido que el árbitro, el valenciano Herranz Monge, tuvo que suspender...
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