Pedro y María llevan 5 años de convivencia y no quieren casarse, pues consideran que la institución del matrimonio no es para ellos, por eso deciden que registrar su unión de hecho en registros públicos (Ley 29560 del 2010) es lo mejor para poder tener acceso a ciertos derechos de cuidado mutuo (seguro de salud), propiedades y de herencia.
Percy y Daniel llevan 15 años de convivencia, pagan sus impuestos como todo ciudadano peruano, se han casado en el extranjero porque no pueden hacerlo en Perú. Al menos les gustaría poder tener acceso a ciertos derechos de cuidado mutuo, pero ellos hoy no tienen acceso a una protección legal similar a la unión de hecho.
El proyecto de ley que ha aprobado la comisión de justicia y está listo para pasar al pleno del Congreso de la República, es justamente eso, una figura legal de cuidado mutuo y protección patrimonial que no cambia el estado civil de las personas pues no es un matrimonio.
De aprobarse esta propuesta de ley sería el primer paso para que los ciudadanos que tenemos una orientación sexual distinta, estimada entre el 7 al 9% de la población adulta peruana, podamos tener el mismo derecho que los demás en poder proteger patrimonialmente lo que construimos en pareja.
Es esperable que ciertos grupos conservadores y recalcitrantes traten de llevar la discusión al campo bíblico o de la defensa de la llamada “familia natural” compuesta por papá, mamá e hijos y que sólo se cumple para el 39% de hogares peruanos al 2021 según IPSOS. El 61% de hogares en el Perú tenemos diversos tipos de familia con una composición distinta a la “familia natural”.
Así mismo, al otro extremo es posible que algunos activistas LGTBI se opongan a esta propuesta argumentando que su lucha es por la plenitud de derechos en igualdad, es decir todo o nada, así en ese proceso se frustre la posibilidad de avanzar algo en comparación a la nada de hoy.
El tema es bastante simple si le quitamos la discusión ideológica de ambos lados. Este proyecto de ley permitirá proteger la decisión libre de dos ciudadanos peruanos que quieren hacer una vida en común y necesitan esta protección para salvaguardar su patrimonio y tomar decisiones sobre su vida que también trascenderán a la misma. Además, no cambia el estado civil ya que no es un matrimonio civil.
Por ello, apelo a aquellos congresistas convencidos en la libertad de las personas para tomar sus decisiones y que puedan votar a favor cuando llegue al pleno, y en el peor de los escenarios, si sus creencias religiosas personales o familiares les impiden votar a favor, se abstengan de votar y de esta manera, no eviten que un grupo no menor de ciudadanos peruanos, tengamos una fórmula legal de cuidado mutuo y protección patrimonial.
Declaración de conflictos de intereses: Uno de los ejemplos incluidos se refiere al redactor de esta columna.
