El acuerdo anunciado ayer sábado por la Presidencia de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29), que compromete a los países desarrollados a financiar anualmente 300.000 millones de dólares (290.000 millones de euros) para 2035 para apoyar a sus socios en desarrollo, ha recibido elogios en las naciones avanzadas, pero ha generado rechazo tanto en los países en desarrollo como entre los activistas ecologistas.
La representante de India y ministra de Finanzas del país, Chandni Raina, ha sido una de las voces más críticas con el acuerdo, al cual se ha opuesto al calificarlo de "injusto" y de excluir a las naciones. "Lamento decir que este documento no es más que una ilusión óptica. Esto, en nuestra opinión, no abordará la enormidad del desafío que todos enfrentamos", ha declarado, al lamentar que es "indicativo de un desgaste de la confianza y de la colaboración sobre un tema que es un desafío global que enfrenta a todos".
En esta línea, el representante de Nigeria ha definido el texto como una "broma" y un "insulto", si bien las críticas no pueden cambiar lo estipulado en el acuerdo.
El representante de Bolivia, por su parte, ha expresado preocupación por la falta de apoyo a los países en desarrollo frente a la crisis climática, lamentando que se esté dejando a estas naciones solas en su difícil situación.
Asimismo, ha advertido que estamos entrando en una era en la que "cada país se centrará únicamente en su propio bienestar". Ha subrayado que la ayuda climática no debe considerarse un acto de caridad, sino una "obligación legal".
Greenpeace ha rechazado el acuerdo al considerarlo de "insuficiente". "¡Nuestro futuro y el de nuestra infancia está en juego!", ha aseverado el jefe de Greenpeace para la COP29, Jasper Inventor.
En un comunicado, el representante de Greenpeace España en la COP29, Pedro Zorrilla Miras, ha incidido en que "se demandaba 1 billón de dólares al año de financiación pública, y se han aprobado sólo 300.000 millones, lo que supone una diferencia enorme y dramática".
"El objetivo de financiación aprobado es claramente insuficiente viendo la desesperación, la gravedad de la crisis climática y la comparación con la financiación que se necesita para acción climática en todo el mundo", ha recalcado.
También la directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, ha definido la COP29 como "una absoluta vergüenza".
"La gente está harta y desilusionada. Es desesperante ver a lo que nos está llevando la codicia y corrupción de unos pocos. En las últimas semanas hemos sufrido en España una DANA que nos ha mostrado la peor cara de la crisis climática en forma de eventos meteorológicos extremos que literalmente arrasan campos, ciudades, hogares y vidas humanas", ha denunciado.
Otras ONG, como WWF, también han criticado el acuerdo. "Decepcionante, inadecuado y un paso atrás el acuerdo de financiación de la COP29", ha publicado WWF en la cuenta de la red social X.
"Un duro golpe a la acción por el clima, pero no debe paralizar las soluciones que se necesitan desesperadamente en todo el mundo. Tenemos que invertir en nuestro futuro colectivo", han reiterado. E
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aplaudido el "histórico resultado" de la COP29 y ha animado a "todos los países" a "dar un paso adelante" para alcanzar el "ambicioso objetivo internacional de financiamiento climático para 2035".
"Hoy, en la COP29, gracias en parte a los incansables esfuerzos de una sólida delegación estadounidense, el mundo llegó a un acuerdo sobre otro resultado histórico. En Bakú, Estados Unidos desafió a los países a tomar una decisión urgente: o condenar a las comunidades vulnerables a desastres climáticos cada vez más catastróficos, o dar un paso adelante y ponernos a todos en un camino más seguro hacia un futuro mejor", ha expresado el mandatario en un comunicado compartido por la Casa Blanca.
Otras naciones, como Alemania, también han celebrado el texto y han apelado a su responsabilidad para con los países en vías de desarrollo: "Sabemos que nuestras decisiones de hoy no bastarán por sí solas para satisfacer todas las necesidades", ha afirmado la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock.
Baerbock ha expresado que las cifras del acuerdo solo pueden ser un punto de partida y ha asegurado a los participantes que Alemania "cumplirá". "Porque hemos aprendido de nuestros errores en el pasado --no podemos firmar un cheque sin fondos--, esto también es cuestión de confianza", ha añadido.
De la misma forma, el comisario europeo de Acción por el Clima, Wopke Hoekstra, ha elogiado el acuerdo: "Y los que creen en un mundo mejor han ganado", ha dicho, al prometer que "se abre una nueva era en la financiación de la lucha contra el cambio climático" en la que la Unión Europea seguirá desempeñando un papel destacado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, por su parte, ha aplaudido el acuerdo alcanzado y lo ha presentado como una "base" sobre la que seguir avanzando, aunque ha reconocido que sus expectativas eran más ambiciosas.
Estas declaraciones llegan después de que la Presidencia de la COP19 haya anunciado una declaración final que refleja un compromiso de financiación anual por parte de los países desarrollados de 300.000 millones de dólares (290.000 millones de euros) para 2035 a sus socios en vías de desarrollo tras una larga noche de negociaciones.
La financiación está destinada a ayudar a los países en desarrollo a mejorar la protección del clima y adaptarse a los efectos devastadores del calentamiento global, como sequías, tormentas e inundaciones más frecuentes.
Previamente, los participantes de esta COP29, que se está celebrando en Bakú (Azerbaiyán), habían cerrado este mismo sábado un acuerdo sobre las reglas para un mercado global de compra-venta de créditos de carbono para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tras nueve años de negociaciones. Un tema sobre el que no se había alcanzado el consenso desde que se aprobó el Acuerdo de París en 2015 en medio de inmensas dudas sobre la fiabilidad de este sistema.