La música retumba en la pista de una discoteca abarrotada. Los destellos de luces de neón iluminan rostros de jóvenes despreocupados, pero en el centro de la escena se percibe un cambio sutil. Las manos ya no sostienen tantas copas rebosantes, y los movimientos de baile desenfrenados han cedido paso a un leve balanceo de pies. Las noches de fiesta en Alicante ya no son lo que solían ser, y una nueva tendencia emerge entre los jóvenes que ya ni beben ni bailan como antes: la llamada "Generación 0,0".