Por HERCILIA LÓPEZ
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
San Juan de la Cruz
Siglo XVI
La invitación invoca a una breve cita de amor
dentro de las difusas cavidades nocturnas
los densos lamentos de los días vacíos
ave extraviada, llamada perdida.
Gritos y gestos se desvían, palabras mudas
ahogadas se deshacen.
Los ojos miran el cielo reflejado en ellos
luceros destellantes de luz y claroscuro
la curva del trazo entre las miradas.
Un medio círculo ata pliega
calma del violento abandono.
Entre las multitudes de seres solitarios
desde y hacia la naturaleza de todas las cosas
el cuerpo celeste y elástico se extiende y se disuelve
en tiempo y espacio.
Resplandece en la vida eterna y se irradia
hacia el despertar de impensados universos,
de aires vertiendo aromas ajenos.
Te veo y te siento respirando profundo.
No tengo recuerdos de tus suspiros así, tan hondos.
Profundo quiere decir adentro, oculto.
Guarda lo escondido, lo apartado de ti. De mí.
Cubre el misterio, los enigmas.
Lo que no me dejas ver.
Tu voz en silencio. Callada del mundo.
No estás aquí, no. Se te siente tan lejos.
En la inmensidad de tu diminuto cuerpo secreto.
Te escucho respirar en lo invisible de él.
Allí, cuando más se estrecha.
Aquí, donde más me acecha.
El cuerpo y sus limitaciones.
Sin proporción sin orden basto
la fisicalidad refleja su falta.
Cuerpo sin cuerpo en cuerpo
habita y expresa,
inconcluso
extraviado del mundo.
Se acerca y se aleja.
Se encoge, se hunde.
Atraviesa cielos y mares.
Se entierra.
“Olor a tierra húmeda”.
Sabemos del valor físico
terapéutico de los giros.
Suponemos que tiene que ver con las virtudes del círculo la esfera y la rueda.
Girar alrededor de un centro, como el compás
dar vueltas para salir de ti de nosotros
irnos lejos en curvas.
La circunstancia de viajar alrededor del mundo
que es redondo y gira y rota y da vueltas.
Por momentos te veo en el medio de la esfera
y todo alrededor mirándote.
Como si el viento arremolinado
se atreviese a voltear el mundo para ti.
Tú bañado de centro, ungido
una nueva presencia reluce en ti.
*Figura fundamental de la danza contemporánea venezolana, Hercilia López (1947) fue la fundadora y directora de Contradanza, por más de tres décadas (1973-2004). Investigadora y docente, ha ejercido en las más diversas disciplinas: Composición Coreográfica, Improvisación, Análisis del movimiento, Taichi-Chuan, Yoga Integral, y numerosas otras que profundizan en la relación cuerpo y mente. En 1993 fue reconocida con el Premio CONAC. Su ensayo Viene del cuerpo. La danza, los bailarines y el cuerpo que baila, fue publicado por El Taller Blanco, Colombia, en 2022. Los cuatro poemas anteriores pertenecen a Ser en el cuerpo, libro inédito.
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