El paso de Galicia a Portugal está llena de historia. Lo que pocos adivinarían es que hay un tesoro escondido. Hablamos de Chaves situado en la región de Trás-os-Montes, en el norte de Portugal, cerca de la frontera con Galicia . Una villa portuguesa de parajes únicos que se remonta a la época romana y conserva su arquitectura y unos baños termales únicos en Europa que están reconocidos por sus propiedades curativas. Sin embargo, su atractivo no se detiene ahí. Podemos degustar una gastronomía sin igual en la que tiene a cualquier paladar el jamón de Chaves, el cabrito asado o el «folar» relleno de carnes. Y de una naturaleza perfecta para una escapada, donde podemos disfrutar de las panorámicas del Parque de Alvão . Un espacio con cascadas y ecosistemas nunca vistos. Para los amantes de la naturaleza también está la Ruta de los Molinos de Agua y la del río Támega , para los asiduos al senderismo. Las aguas termales de Chaves son unas de las más calientes y mineralizadas de Europa que destacan por sus cualidades terapéuticas. Pueden alcanzar una temperatura de 73 °C. Fue en 2006, cuando se descubrieron antiguas termas romanas. Su balneario es un punto de paso obligado para los que sufren de de reumatismo, problemas digestivos o estrés . Y su parque termal te permite reconectar con la naturaleza y relajarte. Chaves ha sobrevivido al paso del tiempo conservando la belleza de antaño y combinándola con lo moderno. Sus calles empedradas y sus tiendas son de tránsito continuo de nuevo visitantes. En el siglo I d.C., los romanos fundaron la ciudad con el nombre de Aquae Flaviae, en honor al emperador Flavio Vespasiano. Era el destino preferido de la época para el descanso y la salud por sus aguas termales, pero también era un punto estratégico. Asimismo, también puede visitarse el Puente Romano sobre el río Támega. El tiempo no ha deteriorado su belleza e interés artístico y arquitectónico. Tiene 140 metros de largo y 12 arcos. El centro histórico permite que disfrutes de La Torre de Menagem , un vestigio de su antiguo castillo medieval. Y la Plaza de Camões , es el centro neurálgico de su actividad. Y no menos interesante es la plaza, la Iglesia de Santa María Maior, con detalles barrocos. En suma, se trata de un destino diferente que te hará pasar un momento memorable.