Mientras los obispos españoles estaban reunidos esta semana en Madrid para su Asamblea Plenaria de otoño, el Gobierno intensificaba su estrategia de acoso a la Iglesia. Más allá de lo que le quede a Pedro Sánchez, el ministro interlocutor con los obispos, Félix Bolaños, es consciente de que la Conferencia Episcopal Española, presidida por monseñor Luis Argüello, no se pliega tan fácilmente a sus requerimientos. El primer escollo es la negativa de los obispos a un órgano estatal que determine las indemnizaciones a las víctimas de la pederastia en la Iglesia que no han recibido compensación alguna por vía judicial, junto con un fondo mixto entre Estado e Iglesia para asumir los gastos. Propuesta que hizo Ángel Gabilondo esta semana...
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