Pasada la medianoche llegó hasta el anexo penitenciario Capitán Yáber el ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, luego de que el 7º Juzgado de Garantía de Santiago ordenase su traslado desde la cárcel de Rancagua para resguardar su integridad personal.
“A sus antecedentes ORD 7195-2024 por el cual Gendarmería de Chile, solicita autorización judicial para trasladar al interno referido al Recinto Especial de Alta Seguridad, anexo Capitán Yáber fundado en la necesidad de proteger su vida e integridad física, y atendido lo dispuesto en el artículo 150 del Código Procesal Penal, se autoriza a GENCHI (Gendarmería de Chile) al traslado referido, el cual deberá ser cumplido a la brevedad bajo las medidas de seguridad pertinentes”, dice la resolución judicial que dio curso el cambio del recinto de reclusión.
La decisión responde a un requerimiento presentado por los abogados de la exautoridad, luego de que se confirmara que recibió amenazas en el recinto de parte de la rea Antonella Marchant, condenada por narcotráfico y líder del Clan Marchant. Al encontrarse en el hospital penitenciario, Marchant le manifestó a Monsalve su intención de “degollarlo”.
“Te voy a matar, violador conchetumadre”, le dijo la rea junto con realizar un gesto que simulaba un degollamiento pasando su dedo índice alrededor del cuello.
Frente al incidente, la entidad penitenciaria informó que “recabados todos los antecedentes, que darían cuenta de una presunta amenaza al imputado Manuel Monsalve, en circunstancias donde se encontraba en el área de salud del Complejo Penitenciario de Rancagua, la Institución presentó una denuncia ante el Ministerio Público para investigar los hechos”.
La llegada de Monsalve a Santiago se concretó alrededor de las 00.30 horas y durante el traslado, que demoró unos 50 minutos desde la capital de la Región de O’Higgins, fue resguardado por personal de Gendarmería y miembros de la Policía de Investigaciones (PDI).
En Capitán Yáber se encuentran recluidos también el abogado Luis Hermosilla, por el caso Audio, y los empresarios Daniel Sauer y Rodrigo Topelberg, por el caso Factop.