Más que a la ausencia de su figura, los que en los últimos años no frecuentábamos a Mariano Aguayo tanto como antes tendremos que habituarnos a que desaparezca de las exposiciones y del arte nuevo. Un problema de salud lo había retirado antes de tiempo de la escritura , que cultivó en artículos, libros sobre la caza y novelas que quedarán como un retrato de Córdoba en varias épocas, y de la conversación pausada de la que era también maestro, pero cada cierto tiempo había alguna galería o una sala que anunciaba una exposición suya. Había plasmado el paisaje cinegético con la agudeza del que sabe cómo habla con los ojos un perro y la facilidad del que entiende que...
Ver Más