En la provincia de Guizhou, al suroeste de China, avanza la construcción del puente del Gran Cañón de Huajing, el que será el puente más alto del mundo. Con 624 metros de altura, el equivalente a dos Torres Eiffel, y una longitud de 2,81 kilómetros, esta obra reducirá drásticamente los tiempos de cruce en el cañón, pasando de 70 minutos a apenas un minuto.
Este megaproyecto es parte de los esfuerzos de China para conectar regiones montañosas y potenciar su desarrollo económico. Programado para completarse en 2025, el puente mejorará el transporte en Guizhou y también impulsará el turismo en la zona, famosa por atractivos como la cascada de Huangguoshu.
El puente del Gran Cañón de Huajing es una muestra de la capacidad de ingeniería en China para desafiar los límites de la construcción. Actualmente, el gigante asiatico alberga casi la mitad de los 100 puentes más altos del mundo, y esta nueva estructura reemplazará al puente de Beipanjiang (565 metros) como el más alto del planeta.
Liu Hao, ingeniero jefe del proyecto, destacó la participación de un equipo joven, con profesionales menores de 35 años. “Los jóvenes tienen la capacidad de aceptar nuevas ideas con facilidad y adaptarse rápidamente”, afirmó Hao. La obra, diseñada con vigas de acero de 2.890 metros y un sistema de cableado avanzado, combina funcionalidad y diseño innovador.
Además de ser un logro arquitectónico, el puente busca revitalizar las comunidades rurales, fomentando el desarrollo rural en China y atrayendo visitantes nacionales e internacionales.
PUEDES VER: Científicos descubren cómo se forma el oro en pocos días: el proceso es parecido a la leche cortada
Para superar los desafíos del terreno montañoso de Guizhou, los ingenieros emplearon el sistema de grúas de cable más grande del mundo, capaz de manejar estructuras de hasta 215 toneladas con precisión. Este sistema utiliza la tecnología de navegación Beidou y el Internet de las Cosas (IoT) para garantizar seguridad y eficiencia en la instalación de componentes clave.
El proyecto también cuenta con sensores en tiempo real y un centro de control inteligente que monitorea cada etapa de la construcción. Este enfoque ha permitido que la obra avance un 75%, con su inauguración prevista para mediados de 2025.
