El presidente electo Donald Trump ha puesto en el centro del debate migratorio el fenómeno del turismo de nacimiento, una práctica que permite a mujeres extranjeras dar a luz en Estados Unidos para que sus hijos obtengan la ciudadanía americana. Esta medida ha generado controversia y plantea interrogantes sobre el futuro de las leyes migratorias en el país.
Con la intención de erradicar esta práctica, Trump ha anunciado su plan de firmar una orden ejecutiva que busca frenar la ciudadanía automática para los hijos de inmigrantes nacidos en territorio estadounidense. Este enfoque, que se enmarca dentro de su Agenda 47, ha suscitado preocupación entre millones de inmigrantes que ven amenazados sus planes de legalización.
El turismo de nacimiento, también conocido como "bebé ancla", se refiere a la llegada de mujeres en estado avanzado de embarazo a Estados Unidos con el objetivo de que sus hijos nazcan allí y obtengan la ciudadanía americana. Se estima que alrededor de 40.000 niños nacen anualmente bajo estas circunstancias, lo que ha llevado a un debate sobre la legalidad y la ética de esta práctica.
El turismo de nacimiento ocurre cuando mujeres extranjeras viajan a Estados Unidos en las últimas etapas de su embarazo. Al dar a luz en el país, sus hijos adquieren automáticamente la ciudadanía estadounidense, de acuerdo con la 14ª Enmienda de la Constitución. Esta enmienda establece que todas las personas nacidas en el territorio estadounidense son ciudadanos, independientemente del estatus migratorio de sus padres.
Este fenómeno ha sido objeto de críticas, ya que se considera un abuso de las leyes migratorias. Las agencias que facilitan este proceso cobran sumas que pueden alcanzar hasta US$80,000, ofreciendo servicios que incluyen asesoría y alojamiento en “hoteles maternidad”. A pesar de los intentos de Trump por frenar esta práctica, el turismo de nacimiento sigue siendo una realidad en el país.
La Agenda 47 de Donald Trump busca poner fin al turismo de nacimiento mediante la firma de una orden ejecutiva que limite la ciudadanía automática. Esta medida tiene como objetivo disuadir la inmigración ilegal y reducir los incentivos para que personas de todo el mundo busquen acceder a los beneficios sociales de Estados Unidos a través de esta vía.
La reelección de Trump ha generado inquietud entre los inmigrantes, quienes temen que sus oportunidades de legalización se vean frustradas. El presidente electo ha prometido reforzar la frontera y llevar a cabo la mayor deportación en la historia del país, lo que ha intensificado el debate sobre la inmigración y la ciudadanía.
La 14ª Enmienda, ratificada en 1868, establece que todas las personas nacidas en Estados Unidos son ciudadanos. Sin embargo, su interpretación ha sido objeto de controversia, especialmente en relación con los hijos de inmigrantes ilegales. Trump y otros republicanos argumentan que esta enmienda fue concebida en un contexto histórico específico, destinado a garantizar los derechos de las personas que habían sido esclavizadas.
A medida que el debate sobre el turismo de nacimiento y la ciudadanía continúa, el futuro de las leyes migratorias en Estados Unidos se mantiene incierto. La propuesta de Trump de erradicar el turismo de nacimiento podría tener un impacto significativo en la forma en que se interpretan y aplican las leyes de ciudadanía en el país.
