Uno de los planes preferidos del fin de semana es ir al cine, especialmente cuando bajan las temperaturas ya que se trata de un plan entretenido y con el que no se pasa frío. De todas las personas que pasen estos días por las salas muchas escogeran ver 'Gladiator 2' . La película de Ridley Scott se ha convertido en un supertaquillazo plagado de efectos especiales, tramas políticas, intigras y una buena dosis de peleas cuerpo a cuerpo en la arena de combate. Muchos no han podido evitar comparar la primera entrega de 'Gladiator', una película que quedó para el recuerdo y que incluso ganó cinco Oscars, con la segunda. En esta nueva película el punto de partida se sitúa dos décadas después del final. En 'Gladiator', el niño Lucio presenció la muerte de Máximo. Para salvar su vida su madre debe renunciar a él, pero su regreso a Roma será en forma de esclavo y gladiador y tras ver morir a su esposa a manos del general Acacio. En 'Gladiator 2' Paul Mescal interpreta a Lucio, Pedro Pascal a Acacio y Denzel Washington a Macrino. Completan el reparto Connie Nielsen (Lucila), Joseph Quinn (Geta) y Fred Hechinger (Caracalla). Si todavía no has visto la película, a partir de este momento hay spoilers . Enfrentándose a su pasado y habiendose reconciliado con su madre, Lucio debe afrontar su destino ya que es él el legítimo príncipe de Roma . Para hacerlo primero ve morir a Lucila en la arena de combate a quien los malvados emperadores Geta y Caracalla han acusado de traición tras descubrir el plan -Macrino mediante- de liberar a su hijo y destronarlos. No obstante, Macrino tiene su propio objetivo de ocupar el poder por lo que tampoco le tiembla la mano a la hora de asesinar a ambos hermanos. Así, con Lucila, Geta y Caracalla muertos, solo Lucio se interpone en su plan. Ambos se encuentran en las puertas de la ciudad de Roma y se enfrentan cuerpo a cuerpo siendo Macrino derrotado. Es ahí cuando Lucio debe afrontar su destino, lo que nos lleva a la última escena del film. El ya exgladiador está de nuevo en la arena del Coliseo, la toca y dice «Háblame, padre. Ayúdame» . El director de la película Ridley Scott ha hablado con 'Cinemanía' para explicar este final: «Al final no muere y tiene que asumir el trono de Roma aunque no lo quiere , por eso dice: 'Háblame, padre. Ayúdame'. Y ahí voy a su mano, que es la mano de su padre». Esto da pie a cerrar el círculo con la icónica escena de la mano acarizando el trigo en los campos. Lucio ha triunfado como gladiador igual que lo hizo su padre, aunque con un mejor final. Roma debería quedar en sus manos, aunque el futuro de la saga quedará en manos de su director, Ridley Scott , y del nuevo giro que quiera dar a la historia con mayor o menor licencia creativa.