Al hablar del coche eléctrico se mencionan tres clásicas barreras: el precio, la autonomía y la falta de infraestructura de recarga. Sin embargo este último «pero» se está convirtiendo poco a poco en una leyenda urbana, ya que están creciendo el número de puntos de recarga como para dar cobertura a la actual flota de vehículos enchufables. Según AutoScout24 los puntos de recarga rápidos y ultrarrápidos superan ya a las gasolineras en el conjunto del país. Según datos a 30 de junio de 2024 de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), nuestro país alberga 12.624 gasolineras que dan servicio, sin contar a los vehículos pesados, a los más de 27 millones de turismos, 4x4 y comerciales ligeros y medios que circulan por nuestras carreteras. En cambio, con sólo 170.000 coches eléctricos puros y 190.000 híbridos enchufables, España tiene ya 12.818 puntos de recarga rápidos (unos 40 minutos) y ultrarrápidos (entre 6 y 13 minutos), según datos del tercer trimestre de 2024 de AEDIVE, la asociación que impulsa la movilidad eléctrica en nuestro país y que participó recientemente en un nuevo webinar organizado por Drive Forward de Sumauto. Si se incluyen los puntos de recarga lenta, hay que añadir otros 24.318, de modo que los conductores españoles pueden elegir en total entre cualquiera de los 37.136 puntos que hay repartidos por la geografía española. En resumen, por cada gasolinera que da servicio a la combustión, hay tres puntos de carga que hacen lo propio con los eléctricos y los híbridos enchufables, por lo que no se sostiene ya hablar de falta de infraestructura de recarga. Además, estos puntos están el 90% del tiempo vacíos, luego tampoco se sostiene que el proceso implique tener que hacer cola y alargar el tiempo de parada. Según AEDIVE, su ratio de uso no llega al 6%. Por otro lado, desde AEDIVE se recuerda que frente a los vehículos térmicos, que obligadamente tienen que ir a una estación de servicio para repostar y seguir funcionando, la movilidad eléctrica cuenta con tres opciones: puestos de carga rápida y ultrarrápida de alta potencia en itinerancia (en la ruta de un viaje), recarga de oportunidad en el sector terciario (en hoteles, centros comerciales, etc.,) y recarga vinculada al hogar y a los puestos de trabajo. Sin embargo, esta no es la percepción general . Uno de los problemas que explica en parte la percepción errónea es la escasa visibilidad que tienen los puntos de recarga de los coches eléctricos, puesto que, por su tamaño y falta de señalética, dan la sensación de que no están. En ciudad, los puntos están difuminados entre todo el mobiliario urbano por lo que su identificación es complicada y los ayuntamientos deben trabajar en mejorar la visibilidad. En carretera, si bien la Administración ya está en marcha para adaptar las señales de las vías, aún está pendiente su implantación real en las señales. Según Ignacio García Rojí, portavoz de AutoScout24, «el punto de mejora es la interoperabilidad, de modo que se avance hacia una estandarización de las recargas de los baterías independientemente del operador y marca del vehículo. Se está solventando, pero es un problema que ha ayudado a generar mala prensa al eléctrico, sobre todo por el feedback de los primeros usuarios. Por eso es clave la pedagogía y evitar que se instalen en la opinión pública mensajes obsoletos». Además, esta mejora de la visibilidad no debe dirigirse sólo al actual conductor de vehículo eléctrico, sino a todos los usuarios de la vía, de modo que se acostumbren a percibir la infraestructura de recarga, haciendo más visible aún su información y potenciando el carácter promocional e incentivador que impulse en definitiva la adquisición de vehículos eléctricos.