La neumonía infantil es una de las principales causas de mortalidad en menores de cinco años a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad prevenible cobra la vida de aproximadamente 2,000 niños cada día, lo que equivale a la muerte de un niño cada 45 segundos. Aunque existen vacunas eficaces para prevenirla, la neumonía afecta de manera desproporcionada a los países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a recursos de prevención y tratamiento es limitado.
En 2019, la neumonía provocó la muerte de 2.5 millones de personas, incluidos 600,000 niños menores de cinco años. La enfermedad, que afecta los pulmones y compromete el sistema respiratorio, encuentra sus principales factores de riesgo en la contaminación del
aire, la malnutrición, la falta de agua potable y condiciones adecuadas de higiene, además de la exposición al humo del tabaco. Estos factores agravan la vulnerabilidad de los menores, especialmente durante su primer mes de vida, cuando se concentra el 30% de las muertes infantiles por neumonía.
Sin embargo, esta tragedia es prevenible. La vacuna neumocócica es la herramienta más eficaz para proteger a los niños frente a esta enfermedad. Además, mejorar el acceso a servicios de salud básicos y promover entornos seguros y saludables son medidas clave para reducir su incidencia.
Desde hace más de 15 años, la Fundación ”la Caixa” trabaja para reducir la mortalidad infantil a través de programas de vacunación en colaboración con Gavi, the Vaccine Alliance. Esta alianza ha permitido inmunizar a 10 millones de niños, brindando protección frente a la neumonía y otras enfermedades prevenibles.
En 2008, la Fundación se convirtió en el primer socio privado de Gavi en Europa, estableciendo la Alianza para la Vacunación Infantil, una iniciativa que involucra a empresas y ciudadanos a través de programas de responsabilidad social corporativa y filantropía. Además, gracias al Matching Fund, implementado junto con la Bill & Melinda Gates Foundation, cada contribución destinada a la vacunación infantil se multiplica por cuatro, maximizando su impacto.
Otro aliado clave en esta misión es el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que colabora como socio estratégico de la Alianza Empresarial para la Vacunación Infantil. Con una destacada trayectoria en salud materna e infantil, ISGlobal aporta su experiencia científica para garantizar la eficacia de las intervenciones. Actualmente, forma parte del Board de Gavi en representación de las Organizaciones de la Sociedad Civil, subrayando su compromiso en la lucha contra enfermedades prevenibles como la neumonía.
El impacto de estas alianzas se refleja en comunidades de todo el mundo. Desde su creación, la Alianza para la Vacunación Infantil ha contribuido significativamente a la reducción de la mortalidad infantil en países con altos índices de pobreza. Las vacunas no solo salvan vidas, sino que también mejoran las condiciones de salud y reducen la carga económica y emocional en las familias.
El compromiso de la Fundación ”la Caixa” con la vacunación infantil es un ejemplo de cómo la colaboración entre organizaciones públicas, privadas y civiles puede marcar una diferencia tangible en la salud global.
A pesar de los avances, millones de niños aún carecen de acceso a vacunas esenciales, incluidos los que protegen contra la neumonía. Garantizar este acceso es fundamental para cambiar el rumbo de la enfermedad y lograr que cada niño, independientemente de su lugar de nacimiento, crezca en condiciones seguras y saludables.
La Fundación ”la Caixa” reafirma su compromiso de trabajar para que más niños reciban la vacuna neumocócica, mientras continúa liderando esfuerzos para combatir la neumonía infantil, una enfermedad que, aunque prevenible, sigue siendo una amenaza para millones de familias.
La vacunación infantil no solo salva vidas, sino que fortalece comunidades y contribuye a construir un futuro más equitativo. Iniciativas como la Alianza para la Vacunación Infantil y la colaboración con socios estratégicos como Gavi e ISGlobal muestran que, con voluntad colectiva, es posible erradicar enfermedades que afectan desproporcionadamente a los más vulnerables.
El reto es inmenso, pero el impacto de cada vacuna administrada reafirma que estamos en el camino correcto.
