El primer ministro ultraderechista húngaro desafía a la Corte Penal Internacional e invita al israelí a Budapest
Qué supone la orden de arresto de la Corte Internacional contra Netanyahu y su exministro de Defensa
“Me cuesta imaginar que se produzcan detenciones en Alemania sobre esta base”, ha señalado en la rueda de prensa ordinaria del Gobierno aleman el portavoz principal del Ejecutivo, Steffen Hebestreit. Esa base es una orden internacional de detención emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Alemania es parte del tratado y estaría obligado a cumplir con la orden.
La equidistancia con Israel vuelve a imponerse en numerosas capitales del mundo después de las órdenes de detención de la Corte Penal Internacional contra Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra.
En un comunicado deliberadamente ambiguo, Hebestreit decía que Alemania “toma nota” de la decisión de la CPI. El portavoz recordaba que “Alemania participó en la redacción del estatuto del tribunal y es uno de sus principales apoyos”. “Al mismo tiempo, es una consecuencia de la historia de Alemania que tenemos relaciones únicas y gran responsabilidad con Israel”.
“Examinaremos detenidamente los pasos internos. Cualquier otra medida sólo se tomaría cuando sea previsible una estancia del primer ministro Benjamin Netanyahu y del exministro de Defensa Joav Galant en Alemania”, añade el comunicado.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tachado la decisión de la justicia internacional de “escandalosa” y varios países han evitado aclarar si cumplirían la orden en caso de que los dirigentes israelíes pisen su territorio, tal y como establece el Estatuto de Roma. El primer ministro ultraderechista húngaro, Viktor Orbán, ha desafiado directamente al tribunal invitando a Netanyahu a Budapest.
El tribunal internacional ha encontrado “motivos razonables para creer que Netanyahu y Gallant tienen responsabilidad criminal” por la masacre perpetrada en Gaza desde el 8 de octubre de 2023 a raíz de los atentados de Hamás en Israel. A pesar de la gravedad de la situación, la respuesta de la comunidad internacional está siendo laxa. De hecho, esta misma semana el alto representante de la UE, Josep Borrell, puso sobre la mesa la suspensión del diálogo político con Tel Aviv y la mayoría de los estados miembros la rechazaron.
Ahora, el jefe de la diplomacia europea, a quien le queda apenas una semana en su puesto, ha apelado a los países que ratificaron el Estatuto de Roma a cumplir con la orden de detención contra Netanyahu y su exministro de Defensa. “No es una decisión política, es una decisión de un tribunal internacional de Justicia, y la decisión del tribunal tiene que ser respetada y aplicada”, expresó en una rueda de prensa junto al ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi.
Los países árabes han celebrado la decisión de la Corte Penal Internacional, que también incluye al dirigente de Hamás Mohamed Deif, y varios países han asegurado que acatarán la orden, como Canadá o Países Bajos. Sin embargo, no todos han aclarado si lo harían. Es el caso de Reino Unido o Francia, por ejemplo.
“Respetamos la independencia de la CPI, que es la institución internacional primaria para investigar y perseguir los delitos más graves del derecho internacional”, señaló un portavoz del Gobierno laborista británico que, sin embargo, declinó “entrar en hipótesis” respecto a una posible detención en suelo británico de Netanyahu. “Apoyamos la continuación del trabajo de la CPI. Nuestra reacción estará en línea con estos principios”, señaló el portavoz francés, que preguntado sobre si las autoridades francesas arrestarían a Netanyahu en caso de que este entrara en suelo francés, eludió dar una respuesta clara: “Es una cuestión juridícamente compleja. No haré más comentarios hoy. Es una situación que debe tratarse con muchas precauciones”.
Algunos países europeos directamente han criticado la decisión. El ministro de Exteriores de Austria, el conservador Alexander Schallenberg, aseguró que “atenta contra la credibilidad de la Corte Penal Internacional” y la calificó de “absolutamente incomprensible”. El primer ministro húngaro fue un paso más allá al asegurar que es “cínica” y desafío al tribunal al invitar a Netanyahu a visitar Budapest.
En una entrevista en TVE, Borrell aseguró que es “altamente preocupante” que haya países europeos que pretendan saltarse la orden de detención.
En un comunicado, Biden criticó duramente la orden de detención: “La emisión de órdenes de arresto por parte de la CPI contra líderes israelíes es escandalosa. Permítanme ser claro una vez más: independientemente de lo que pueda implicar la CPI, no hay equivalencia -ninguna- entre Israel y Hamás. Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad”.