En el corazón de Sudamérica existe una mina que ha marcado la historia de la minería mundial. Este impresionante lugar, activo desde el siglo XVIII, fue uno de los principales centros de extracción de oro durante la época colonial, contribuyendo de manera significativa a la economía de la región y al comercio internacional de su tiempo.
Con más de 35 toneladas del preciado mineral extraídas de sus profundidades, esta joya histórica no solo es un testimonio de la riqueza mineral de la región, sino también un destino turístico sin igual. Actualmente, sus galerías subterráneas, que alcanzan una profundidad de 120 metros, ofrecen una experiencia única para quienes desean explorar los vestigios de un pasado glorioso.
La Mina da Passagem, ubicada en el municipio de Mariana, estado de Minas Gerais, Brasil, es reconocida como la mina de oro más grande del mundo abierta al público. Durante su periodo de actividad, especialmente en el siglo XVIII, fue uno de los pilares de la economía colonial portuguesa, alimentando las arcas del imperio con oro extraído de sus profundidades.
Hoy, el lugar está completamente destinado al turismo. Su extensión de 30 kilómetros de túneles permite a los visitantes realizar recorridos en trolley, un antiguo carrito minero que transporta a los curiosos hasta el corazón de la mina. Este trayecto abarca 315 metros de rieles y llega a un impresionante lago subterráneo formado por acuíferos naturales, un atractivo que incluso permite practicar buceo a través de operadores especializados.
La mina no solo destaca por su tamaño, sino también por ser un importante foco de investigación. Historiadores y geólogos de todo el mundo visitan sus instalaciones en busca de entender los métodos de extracción y las historias escondidas en sus profundidades.
La Mina da Passagem no es solo un atractivo turístico; también es un viaje al pasado. Sus gargantas talladas por siglos de trabajo minero y sus vastas salas subterráneas ofrecen una experiencia inolvidable. Este lugar se diferencia de otras minas históricas en Sudamérica por su tamaño y las actividades que ofrece.
Entre las experiencias disponibles, destacan:
Además, la mina es un excelente ejemplo de la arquitectura colonial y la ingeniería minera de la época, un verdadero patrimonio histórico de Brasil.