El economista e investigador del CONICET Ariel Coremberg realizó un cálculo para ponerle cifras al dinero que el país habría perdido como consecuencia de "la corrupción K". Se refiere a las causas por las que se investigó a la expresidenta Cristina Kirchner y a varios funcionarios durante los 10 años de gestión de ella y su marido, el expresidente Néstor Kirchner.
En ese sentido, su cálculo asciende a una cifra de u$s 36.000 millones que corresponderían a coimas, según detalló. "Equivale a tres o cuatro veces las reservas del Banco Central (BCRA)", dijo.
Coremberg indicó, en diálogo con Cristina Sin Vueltas (Radio Rivadavia), que su cálculo sobre lo que "costó la 'corrupción K'", se definió en 2018. "El número se publicó en ese momento. Aún sin actualizar, al día de hoy son u$s 36.000 millones, sin ser reinvertidos para ganarle a la inflación americana, transcurrida en estos años", dijo.
"Equivale a tres o cuatro veces las reservas del Banco Central", agregó. Además, precisó que, de calcular el dinero reinvertido, "hoy tendrías cerca de u$s 70.000 millones".
En la misma línea, aseguró que esa cifra puede proyectarse a fondos con los que el país contaría actualmente. "De haber dispuesto de este número, que lleva a la corrupción de un efecto microeconómico y ético a una cuestión muy concreta macroeconomica que hace a la estabilidad del país, hoy no hubiéramos ajustado a los jubilados, ni los salarios estatales, ni a la UBA, ni otros ajustes a las provincias", expresó el economista.
Coremberg explicó en la misma entrevista que, para observar los números se remitió a las causas judiciales, principalmente a las declaraciones del exsecretario de obras públicas José López.
"En el caso de los cuadernos de la corrupción, hicimos el cálculo, aplicamos el porcentaje de los sobornos declarados al total de las obras públicas del periodo, que incluyen inversión pública y subsidios de energía y transporte", señaló.
"El margen de sobornos es bastante somero, de tal manera, que en un programa incluso me dijeron kirchnerista, porque les parecía muy poco", expresó el economista.
"Era un 5 % para el caso de los subsidios de energía y transporte; 10% para el caso de la inversión en obras públicas; declarado por el presidente de la Cámara de la Construcción de ese entonces y el vicepresidente, de Metrovías. Y en este cálculo no entran las coimas de La Cámpora para la Aduana, ni las de las licencias de importación de la Secretaría de Comercio", remarcó Coremberg.
En la misma línea, opinó que, ante esto es esencial el control de Auditoría. "A mí ya no me importa Cristina Kirchner, a mí me importa el futuro. Ahora no quiero que me roben. Cómo llego a semejante magnitud equivalente a las reservas del BCRA, de estar disponible hoy el dólar valdría $10, no $1000", sostuvo.
Además, apuntó contra el déficit que registra la balanza energética de la Argentina. "Ese fue otro esquema de corrupción, subsidiario", dijo.
"Ese cálculo agrega otros u$s 2000 millones. Acá la clave es que los organismos de auditoria están controlados por partidos políticos. Juan Martín Olmos, actualmente a cargo de la Auditoría General de la Nación (AGN) es militante kirchnerista, ¿cómo vamos a controlar la eficiencia del gasto?", cerró.