Las vitaminas son componentes fundamentales de nuestra dieta. Estas aportan al organismo los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y la promoción de nuestro bienestar. Hay una en particular que pocos conocen y es clave para la salud: la colina.
Si bien este nutriente no es estrictamente una vitamina, se la conoce popularmente como tal y forma parte de la familia de las vitaminas "B", debido a sus grandes similitudes.
Como explica la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, una serie de investigaciones científicas revelaron sus beneficios como la capacidad de proteger el hígado, su acción reguladora de la presión arterial y la protección contra el deterioro cognitivo.
El fruto seco que protege la vista, combate le sequedad ocular y hace que no necesites más lentes
Uno de los efectos positivos de la colina en nuestra salud es su capacidad de asistir la protección del correcto funcionamiento de este órgano. Esto se debe a que la deficiencia de este nutriente en el organismo puede derivar en diferentes niveles de daño hepático o el desarrollo de la enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica (MASLD).
Un estudio reveló que el 80% de las mujeres posmenopáusicas y el 44% de las mujeres premenopáusicas con dietas deficientes en colina manifestaron daño hepático y/o muscular. Otros trabajos académicos respaldaron estos hallazgos.
La gelatina que está repleta de colágeno, cura el dolor de rodilla y es ideal para bajar de peso
Otro de sus beneficios es el rol que este nutriente juega en la función cerebral: la colina es necesaria para hacer acetilcolina, que tiene un papel en la memoria y el pensamiento.
Hay evidencia que sugiere que los niveles más altos de ingesta de este compuesto químico se asocian con una mejora en algunos procesos cognitivos.
La administración de 1.000 mg diarios demostró ser efectiva para potenciar la memoria verbal a corto y largo plazo en personas mayores de 50 años con déficit de memoria.
Sin embargo, se requiere de un mayor volumen de investigación para poder asegurar de qué forma se debe suplementar la colina, por lo que se recomienda siempre consultar con un profesional de la salud antes de realizar cualquier alteración en la dieta.
En el caso de sus beneficios para la salud arterial y la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la evidencia es mixta, pero existen estudios que revelan un vínculo positivo entre el consumo de colina y la disminución de estas condiciones.
"Actúa como precursor de la acetilcolina, la cual puede ayudar a regular la presión arterial. Además, ayuda al cuerpo a convertir la homocisteína en metionina", explica la doctora del Hospital Brigham and Women's de la Escuela de Medicina de Harvard, Sasha Bayat.
La homocisteína, un aminoácido relacionado con enfermedades cardiovasculares, daña el revestimiento de los vasos sanguíneos y aumenta la inflamación.
La colina interviene en este proceso al facilitar la conversión de la homocisteína en metionina. Esta última actúa como antioxidante, neutralizando los radicales libres que dañan los vasos sanguíneos y protegiendo así al corazón.
Este nutriente esencial puede integrarse fácilmente en la alimentación cotidiana mediante una variedad de alimentos.
Los huevos constituyen una fuente extraordinaria, gracias a los altos niveles de este compuesta en presentes en su yema. Los pescados grasos, como el salmón y el atún, representan otra alternativa nutritiva para incrementar la ingesta.
Por otro lado, las legumbres, particularmente las lentejas y los garbanzos, ofrecen opciones vegetales ricas en este micronutriente, además de las verduras de hoja verde.
Los lácteos, principalmente el yogur, se suman al grupo de alimentos que aportan colina a la dieta, mientras que los frutos secos como las nueces y las almendras son snacks saludables son portadores de esta vitamina.