Las embarazadas comenzarán a recibir la vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR) a partir de 2025.
La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) aprobó la inclusión en el esquema básico, por lo que el Ministerio de Salud solicitó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) adquirir el fármaco.
¿Cómo es esta vacuna? ¿Cómo funciona? ¿Por qué se inyecta a la madre y no al bebé? La Nación explica los pormenores.
En resumen: el objetivo es vacunar a la madre para proteger al bebé del virus más letal en los primeros dos años de vida.
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Para comprender la necesidad de esta vacuna, primero es necesario saber qué es este virus y cómo actúa en la población infantil.
Este patógeno provoca síntomas respiratorios y por lo general, los mayores de dos años no sentirán más allá de un resfrío. Pero esto no es así con los menores de dos años, porque su sistema inmunitario todavía no ha terminado de desarrollarse. También están en más riesgo quienes tienen condiciones como prematuridad, problemas respiratorios, cardiopatías o males inmunitarios.
Todos los años, el Hospital Nacional de Niños (HNN) se satura por la cantidad de niños enfermos con este microorganismo.
“Es el agente que provoca las plétoras de ocupación hospitalaria en todos los centros con servicios de pediatría de este país, y los pacientes más delicados terminan en este centro. La plétora provoca la suspensión de cirugías de diferentes especialidades, esto afecta la lista de espera quirúrgica y provoca alta ocupación de los servicios de hospitalización" dijo a La Nación Carlos Jiménez Herrera, director del HNN.
Este virus además tiene la particularidad de que no genera inmunidad permanente, solo transitoria, por lo que una misma persona puede verse afectada en varias ocasiones, incluso en un mismo año.
“La vacuna permitiría una atención oportuna de los otros agentes respiratorios y, secundariamente, una disminución en la mortalidad de menores de dos años”, agregó Jiménez.
En las últimas semanas, el VSR se ha convertido en el patógeno respiratorio de principal circulación, según datos del Ministerio de Salud.
La nueva vacuna se llama Abrysvo y es de la farmacéutica Pfizer. Consta de una sola dosis que se inyecta en el brazo de mujeres entre las 32 y las 36 semanas de gestación (un embarazo a término tiene 40 semanas).
La vacuna es bivalente, ya que protege contra los tipos A y B del virus, porque ambos circulan a la vez.
A diferencia de las vacunas que se inyectan en los niños en los primeros días o semanas de nacidos, esta se administra a su madre mientras el bebé está en el vientre. Así se motiva la llamada inmunidad indirecta o pasiva, que se da cuando el individuo (en este caso, el bebé) no recibe el fármaco, sino los anticuerpos.
Una vez inyectada, el organismo de la madre la interpretaría como “un agente ajeno”. La vacuna entonces motivaría al sistema inmunitario de la embarazada para construir protección. Los anticuerpos estarían en el cuerpo de la madre y se los transmitiría a través de la placenta.
De esta forma, el bebé tendría protección antes de nacer. Después del nacimiento, la mamá entregaría los anticuerpos a través de la leche materna.
“El sistema inmunitario inmaduro de los niños no permite producir anticuerpos competentes para combatir el VSR. Contra otros virus sí es posible y por eso se vacuna contra estos desde los primeros días, pero no pasa con el sincitial”, destacó, en una entrevista anterior, Rodrigo Sini, director de Asuntos Médicos de Vacunas para América Latina de Pfizer.
Esta vacuna está basada en proteínas. En este caso, usa una subunidad de la proteína F del virus, la “llave de entrada” del patógeno a las células humanas.
Pfizer probó varias etapas en la vida de la proteína, y vio que la más eficaz para provocar el efecto deseado se da justo antes de fusionarse en la célula, cuando cambia su forma y se dobla para poder ingresar.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) aprobaron este fármaco en agosto del año pasado.
La vacuna está disponible en el fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desde finales de octubre. Este es el fondo que la CCSS utiliza para comprar sus vacunas.
“Esta estrategia asegura una protección efectiva para el recién nacido, reduciendo el riesgo de parto prematuro", señaló la OPS al comunicar la llegada del biológico al fondo rotativo.
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En el ensayo clínico que dio origen a esta vacuna materna participaron 7.358 embarazadas entre los 18 y los 49 años, de 24 países. Ellas tenían entre 24 y 36 semanas de gestación.
Se les dividió en dos grupos; 3.682 recibieron 120 microgramos de dosis y 3.676 un placebo. Posteriormente, se examinaron los bebés a los 90, 120, 150 y 180 días de nacidos.
Al concluir los estudios, se vio que cuando se hablaba de enfermedad grave, la protección de la vacuna era de un 81,8% en los primeros 90 días de vida y de 69,4% en los primeros seis meses.
En el grupo de placebo, las cifras fueron del 57,1% y 51,3%, respectivamente.
Los especialistas creen que esto bastará para proteger al bebé durante los primeros seis meses de vida, época en la que los riesgos de complicaciones del VSR son más probables.
Los eventos adversos más comunes presentados por las mujeres fueron dolor en el sitio de la inyección, dolor de cabeza, dolores musculares y náuseas. No se observaron efectos secundarios graves.
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