En el contexto de la reciente clausura de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la inminente inauguración del Megapuerto de Chancay, Perú marcó un hito al impulsar una nueva perspectiva educativa enfocada en las carreras más demandadas, que serán el centro de interés para los jóvenes en los próximos años.
“Hay mucho más que se puede desarrollar a través de ese binomio universidad-empresa, de carreras y cursos en donde se les haga notar estas oportunidades y que las carreras se las ofrecen”, explicó Augusto Cáceres, decano de la facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte (UPN), a La República.
Aunque Perú ha sido miembro de APEC durante 26 años y ha aprovechado varias de las oportunidades que este foro brinda, se reconoce que todavía hay un margen considerable para continuar desarrollando su potencial, especialmente en áreas clave como la sostenibilidad, innovación e inclusión.
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Según Augusto Cáceres, decano de la Facultad de Negocios de la UPN, las carreras vinculadas a servicios turísticos y emprendimiento se han consolidado como opciones atractivas para estudiantes que buscan aprovechar el comercio internacional. Entre estas destacan Comercio Exterior, Ingeniería Ambiental, Administración de Negocios Internacionales y Administración de Servicios Turísticos.
“La carrera de Administración y Gestión del Emprendimiento ha generado gran interés, ya que abre posibilidades significativas de importar y exportar productos, no solo hacia Asia, sino también a Estados Unidos, Canadá y México”, destacó Cáceres.
Por su parte, Mónica Villegas del Solar, directora de Oportunidades Laborales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), señaló para La República que también se incrementará la demanda de carreras vinculadas a logística y transporte terrestre y marítimo.
En estas se incluye la Ingeniería Industrial, Ingeniería Ambiental, Negocios Internacionales, Ciberseguridad, Analítica de Datos e Ingeniería en Gestión Minera, impulsadas por la creciente necesidad global de cobre, donde Perú ocupa un rol estratégico como segundo mayor productor mundial.
“Además, carreras como Ingeniería Civil serán clave debido a la urgente necesidad de construir carreteras, ya que sin ellas no podremos avanzar”, enfatizó Villegas. Asimismo, añadió que la demanda laboral en áreas como Hotelería y Traducción e Interpretación también está en aumento, reflejando el dinamismo del sector turístico y la internacionalización de los negocios.
A nivel global, las carreras técnicas están ganando protagonismo en la educación superior, impulsadas por la acelerada evolución tecnológica, señaló Villegas del Solar. Estas formaciones, caracterizadas por su menor duración y mayor flexibilidad, responden con agilidad a las demandas del mercado laboral. Su estructura curricular adaptable permite actualizaciones constantes, mientras que el aprendizaje ‘in house’ en las empresas se consolida como una necesidad imprescindible para los profesionales modernos.
“El autoaprendizaje se está promoviendo como una competencia clave en todos los estudiantes. Aquellos que cursan carreras técnicas, al estar más expuestos al ‘trabajo duro’ en las empresas, desarrollan esta habilidad de manera más efectiva”, afirmó la vocera de la UPC.
En este contexto, Augusto Cáceres resaltó la creciente demanda de técnicos profesionales especializados en áreas fundamentales como electricidad, electrónica, mecánica, hidráulica y reparación de equipos. Asimismo, destacó la importancia de competencias relacionadas con la computación, digitalización de procesos, desarrollo de software y programación, imprescindibles en un entorno donde la innovación tecnológica desempeña un papel central.
“Carreras técnicas profesionales vinculadas a la gastronomía, atención al cliente y gestión de emprendimientos también surgen como opciones prometedoras”, agregó el decano, especialmente en un escenario dinámico donde el comercio internacional y el desarrollo empresarial continúan expandiéndose.
Mónica Villegas del Solar, directora de Oportunidades Laborales en la UPC, señala que las nuevas carreras estarán estrechamente relacionadas con el análisis de datos, ciberseguridad, diseño industrial, estudios de suelos, protección ambiental y energías limpias y renovables. En resumen, serán aquellas que promuevan el desarrollo sostenible del planeta y su preservación a largo plazo.
“Estas carreras estarán alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como el ODS 6: Agua Limpia y Saneamiento, ODS 7: Energía Asequible y no Contaminante, ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico, y ODS 10: Reducción de las Desigualdades”, precisó.
En la misma línea de pensamiento, Augusto Cáceres, decano de la Facultad de Negocios de la UPN, subrayó que el desarrollo del Megapuerto de Chancay impulsará la creación de programas académicos especializados. Estas formaciones incluirían sostenibilidad, protección de recursos naturales y preservación del ecosistema.
“Para el año 2030, podríamos ver una oferta educativa diseñada para responder a las demandas operativas y técnicas de un megaproyecto de esta magnitud, combinando innovación y sostenibilidad”, proyectó Cáceres.
La educación superior en el Perú enfrenta retos que van más allá de los aspectos económicos o comerciales promovidos por eventos internacionales como APEC. Aunque este foro global subraya la importancia del crecimiento económico y el comercio internacional, también plantea interrogantes sobre el desarrollo humano y la inclusión en un mundo cada vez más conectado.
“En realidad, no creo que APEC marque un hito determinante en los desafíos que enfrenta la educación peruana en un mundo globalizado hace mucho tiempo. Más bien, va a exigir un enfoque más centrado en la nueva demanda laboral que se va a generar”, señaló Villegas del Solar.
Uno de los principales retos está en preparar a las nuevas generaciones para asumir su papel en un planeta que demanda soluciones urgentes para su protección. “El nuevo desafío está en hacer entender a nuestra juventud que su futuro está en manos de ellos mismos y que el planeta está reclamando ‘a gritos’ que lo protejan”, añadió.
Por su lado, Augusto Cáceres agregó que la conectividad sigue siendo otro desafío crítico. “Existe todavía una falta de conectividad a nivel de comunicaciones en el país. Es fundamental desarrollar el acceso a internet para que no solo los ciudadanos de las principales ciudades, sino también los de zonas alejadas, como la Amazonía y los Andes, puedan integrarse”, afirmó el decano.
En ese sentido, APEC también puede ser visto como una oportunidad para fomentar la integración cultural y el intercambio de conocimientos. “El llamado ‘nuevo camino inca’, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, no solamente representa una oportunidad de desarrollo comercial, sino también de inclusión, desarrollo a nivel humano, integración entre culturas, pueblos y conocimientos. Es ahí donde hay muchísimo que trabajar”, concluyó.
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En cuanto a la globalización del aprendizaje, se promueve una visión holística y multicultural. “Los estudiantes deben comprender otras culturas, costumbres e idiosincrasias. Además, habilidades como la inteligencia emocional, el liderazgo activo y la responsabilidad son fundamentales. No se puede mover toneladas de mercadería sin considerar las consecuencias en las especies marinas y humanas”, indicó Cáceres.
Y es que la magnitud del proyecto trasciende las fronteras peruanas. Gracias a su ubicación estratégica, el Megapuerto de Chancay será un punto de conexión crucial para países vecinos como Ecuador, Chile, Colombia y Brasil. “El Perú exporta alrededor del 70% de sus productos a Asia. Este puerto no solo beneficiará a nuestro país, sino también integrará comercialmente a toda la región, fortaleciendo los lazos económicos y culturales entre América del Sur y Asia”, detalló.
Por ello, se destaca la inclusión de idiomas como el inglés y el chino en los programas educativos, reflejando la relevancia de los principales socios comerciales del Perú. “Estamos impulsando la multiculturalidad y la incorporación de casos prácticos de empresas globales para preparar a los estudiantes con una visión internacional”, explicó el decano.
“Chancay tiene un legado arqueológico significativo y un potencial turístico aún sin explotar. Esta nueva etapa permitirá no solo dinamizar el comercio, sino también revitalizar la zona y generar oportunidades para comunidades cercanas, como Huaral”, comentó el decano de la facultad de Negocios.
Es así como el puerto también abre la puerta a la innovación y el emprendimiento. “Nuestros estudiantes ya están desarrollando ideas de negocios orientadas a satisfacer las necesidades que surgirán en Chancay, considerando la llegada de técnicos, ingenieros y operadores portuarios, así como sus familias y visitantes. Esto fomentará un ecosistema de servicios que beneficiará a toda la región”, añadió Augusto Cáceres.
El Megapuerto de Chancay, en conjunto con la influencia de la APEC, subraya el papel del Perú como un eje comercial estratégico entre Asia y América. Este desarrollo no solo promete oportunidades económicas a gran escala, sino que también constituye una plataforma para el crecimiento sostenible y la mejora de la calidad de vida en las comunidades locales.
