Aunque muchas personas optan por comprar las pechugas de pollo ya cortadas, todavía hay quienes prefieren deshuesarlas en casa. En estos casos, es importante prestar atención a los huesos, ya que ingerirlos accidentalmente podría causar problemas. Sobre este tema ha hablado @elcarnicerodetiktok , una cuenta de la red social china que se dedica a compartir consejos para comprar mejor en la carnicería. En uno de los vídeos más recientes, Rubén, el carnicero que la gestiona, advierte del peligro que supone una parte en concreto del pollo para quienes tienen perro en casa. El vídeo empieza con el joven usuario seccionando por la mitad una pechuga de pollo. Después de un rato cortando, el carnicero extrae un hueso al que llama el 'mataperros' pero que no es otro que la furúcula (el famoso 'hueso de San Andrés'), un hueso que tiene forma de horquilla que se encuentra en la región pectoral de las aves. Pero, ¿por qué es tan peligroso? El hueso de san Andrés es conocido entre los médicos porque al ingerirlo puede producir asfixia. Causa obstrucción en la garganta y puede llegar a provocar la muerte. Esto ocurre porque, dada su forma de V , queda atascado en el cuello, bloquea las vías respiratorias y no se logra expulsar con la tos. Si incluso el ser humano debe andar con ojo con este hueso, con animales como los perros debe tenerse especial precaución, pues suelen comer de una forma mucho más impulsiva y descontrolada. Además, tal y como explica @elcarnicerodetiktok el peligro no se queda sólo en la asfixia. Los dos pequeños huesos que forman la horquilla pueden llegar a agujerear la garganta del can, como demuestra el vídeo.
