Estados Unidos vetó una resolución de la ONU que exigía un alto el fuego inmediato en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, y los estadounidenses dijeron el miércoles que la resolución no estaba vinculada a una liberación inmediata de los rehenes que aún se encuentran en poder de Hamás.
Mientras tanto, en Líbano, el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá mostraba señales de progreso. Sin embargo, el ministro de Defensa israelí dijo que su país quiere tener derecho a actuar militarmente contra Hezbolá en cualquier acuerdo para poner fin a los combates.
Es probable que el gobierno del Líbano, donde no han tenido alto los ataque de Israel, considere cualquier demanda de ese tipo como una violación a su soberanía, lo que complicaría los esfuerzos para poner fin a más de un año de combates entre Israel y Hezbolá que estallaron en una guerra total en septiembre.
Según el Ministerio de Salud libanés, los ataques y combates israelíes en el Líbano han matado a más de 3 mil 500 personas y herido a 15 mil. La guerra ha desplazado a casi 1,2 millones de personas, es decir, una cuarta parte de la población del Líbano.
Del lado israelí, 87 soldados y 50 civiles, incluidos algunos trabajadores agrícolas extranjeros, han muerto a causa de cohetes, drones y misiles. Hezbolá comenzó a disparar contra Israel al día siguiente del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que desencadenó el conflicto en Gaza.
Según las autoridades sanitarias locales, la feroz guerra de represalias de Israel en la Franja de Gaza ha matado a casi 44 mil palestinos.
Unas mil 200 personas murieron en Israel en el ataque del 7 de octubre, en su mayoría civiles, y otras 250 fueron secuestradas. Alrededor de 100 rehenes permanecen en Gaza, de los cuales se cree que al menos un tercio están muertos