Invertir en salud alienta el crecimiento y la estabilidad económica

La Argentina tiene la oportunidad de romper con sus ciclos de crisis económicas reforzando la salud, un sector que crea empleo, fomenta la resiliencia y contribuye a la riqueza del país.

Abordar las enfermedades que causan las mayores pérdidas en términos de bienestar y productividad es un paso esencial para mejorar la planificación del presupuesto y generar impactos favorables a largo plazo.

Las investigaciones de WifOR Institute demuestran que la salud es un pilar fundamental de la economía argentina.

A nivel nacional, el sector aportó el 9,1% del PBI total en 2020 y empleó al 8,8% de la población activa. Además, los efectos positivos de invertir en salud alcanzan a otras industrias, ya que esta rama también genera puestos de trabajo e ingresos en otras áreas como el transporte y el comercio minorista.

La clave está en invertir eficientemente. Cuando los recursos son escasos, asignarlos a donde producen los mayores beneficios es una solución inteligente.

A nivel nacional, la salud aportó el 9,1% del PBI total en 2020 y empleó al 8,8% de la población activa. Los efectos positivos de esa inversión alcanzan a otras industrias: esta rama también genera puestos de trabajo e ingresos en otras áreas como el transporte y el comercio minorista.

Por este motivo, en un estudio encargado por FIFARMA, WifOR Institute calculó la carga socioeconómica de siete enfermedades importantes en América Latina, entre ellas el cáncer de mama, la migraña y la diabetes tipo 2. En la Argentina, éstas representan el 40% de todas las enfermedades que reducen años de vida y afectan a la fuerza laboral.

WifOR determinó el valor monetario de la productividad perdida. En 2022, al evaluar el peor escenario en el que no se sustituye a los trabajadores enfermos, las pérdidas representan el 15,7% del PBI argentino (u$s 94.200 millones). La cifra supera los ingresos fiscales del país ese mismo año (8,5% del PBI, según el Banco Mundial).

El cáncer de mama, la migraña y la diabetes tipo 2 representan en la Argentina el 40% de todas las enfermedades que reducen años de vida y afectan a la fuerza laboral.

Nuestros datos demuestran que hacer accesibles la prevención y los tratamientos va de la mano del crecimiento económico.

Al mismo tiempo, medir el rendimiento de estas inversiones demuestra a los políticos el valor de promover la salud. Entender estas asignaciones presupuestarias como una ganancia y no como un costo es vital para encontrar una salida a la crisis y asegurar prosperidad duradera para la Argentina.