Los problemas para el fabricante indio de motocicletas eléctricas,
Ola Electric, siguen acumulándose en los despachos de sus ejecutivos. Si en septiembre un cliente enfurecido llegó a quemar un concesionario de la marca en la ciudad de
Kalaburagi como protesta a los defectos de sus productos y la mala atención al cliente de la empresa, ahora es directamente el gobierno de la India el que amenaza con sacar el mazo contra la compañía.
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