El indulto presidencial al pavo es una de las tradiciones más curiosas y esperadas del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Este evento, encabezado por el presidente desde la Casa Blanca, consiste en otorgar la libertad a un pavo, salvándolo del destino habitual de esta ave durante la festividad. Aunque parece una ceremonia ligera, su origen se remonta al siglo XIX, específicamente al mandato de Abraham Lincoln en 1863, cuando se cuenta que salvó a un pavo a petición de su hijo.
En años más recientes, esta tradición ha cobrado mayor relevancia mediática. Presidentes como George H. W. Bush formalizaron el término "indulto" en los años 90, transformando lo que era un acto informal en un ritual oficial y televisado. Este 2024, se espera que el presidente Joe Biden continúe la costumbre, destacando una vez más los valores de gratitud y humor en estas fechas.
El indulto presidencial al pavo tiene su origen en 1863, durante la administración de Abraham Lincoln. Según registros históricos, Lincoln perdonó a un pavo a petición de su hijo, Tad. Sin embargo, el evento tal como se conoce hoy no se formalizó hasta 1989, cuando el presidente George H. W. Bush usó oficialmente el término "indulto" en una ceremonia pública.
Desde entonces, esta tradición ha evolucionado, incorporando elementos humorísticos y de entretenimiento. Cada año, dos pavos son seleccionados para participar en la ceremonia y reciben nombres simbólicos, lo que añade un toque de humor. Estos animales, criados específicamente para el evento, son trasladados a Washington D.C., donde se preparan para la gran ocasión en la Casa Blanca.
Además de ser un acto protocolar, el indulto es un recordatorio de las raíces históricas y culturales del Día de Acción de Gracias, una festividad que celebra la gratitud y la unión familiar. Los pavos perdonados suelen ser enviados a granjas santuarias, donde pasan el resto de sus vidas lejos del destino que enfrentan millones de pavos cada temporada.
Cada año, los pavos seleccionados para el indulto presidencial reciben nombres creativos y llenos de significado. Estos nombres suelen estar inspirados en elementos culturales o históricos, como "Maíz" y "Cosecha" o "Estrella" y "Rayas", los cuales reflejan el espíritu festivo y la conexión con el Día de Acción de Gracias. Este toque temático añade un elemento de diversión y personalidad a la ceremonia.
Los pavos elegidos pasan por un entrenamiento especial antes de la ceremonia oficial. Este proceso les ayuda a acostumbrarse a interactuar con multitudes y cámaras, asegurando que se mantengan tranquilos durante el evento en la Casa Blanca. Esta preparación refleja la importancia que se le da a cada detalle del evento, garantizando que todo se desarrolle de manera fluida y sin contratiempos.
Tras la ceremonia, los pavos indultados son enviados a granjas como la de la Universidad Virginia Tech. Allí, reciben cuidados especiales y se convierten en una atracción para los visitantes, quienes pueden conocer más sobre esta curiosa tradición. Más allá de su carácter anecdótico, el indulto presidencial al pavo representa el espíritu de gratitud y celebración del Día de Acción de Gracias, fusionando historia y humor como un recordatorio de las raíces culturales de Estados Unidos.