Es probable que en más de una ocasión hayas experimentado el impulso de querer morder o apretar a esa persona especial, o quizás conozcas a alguien con esta peculiar costumbre. Lejos de lo que se piensa, el acto de mordisquear en los hombros, brazos o mejillas a tu pareja, familiares o amigos es una reacción común y natural en los seres humanos. Pero, ¿cuál es la razón detrás de este comportamiento, según la psicología?
En La República, conversamos con Wendy Quintasi Mercado, psicóloga especializada en familias y parejas, quien nos indicó el verdadero motivo detrás de esta conducta.
Cuando sentimos un profundo afecto por alguien, a menudo surge la necesidad de expresar ese cariño de maneras inusuales. Una de ellas es morder. Según explica la psicóloga Wendy Quintasi Mercado, este impulso no es agresivo, sino una respuesta reguladora a la intensa ternura que experimentamos, en aquel momento.
La oxitocina, conocida como la hormona del amor, juega un papel crucial en este fenómeno. Al entrar en contacto físico con nuestra pareja, se libera esta hormona, generando una sensación de cercanía y ternura. Sin embargo, en ocasiones, el cerebro busca equilibrar esta emoción intensa mediante una acción contraria, como morder. Este comportamiento, lejos de ser dañino, se entiende como una forma de regular el exceso de dulzura.
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"Cuando miramos a nuestra pareja, nos abraza, nos toca o tenemos ese contacto piel con piel, se segrega en el cerebro la hormona de la oxitocina y lo que voy a sentir (en ese momento) es ternura. Pero, en ciertos momentos, uno puede llegar a sentir tanta ternura que el cerebro necesita regular este exceso de ternura con algo totalmente contrario (a la ternura), como una agresión (morder)", explicó la especialista.
La psicóloga recalca que este comportamiento, conocido como agresión tierna, no tiene la intención de causar daño a la otra persona; sino, que se manifiesta como una respuesta natural al derroche de dulzura. Así que, morder se convierte en una forma de expresar cariño, similar a un gesto juguetón que refuerza la conexión emocional entre las personas.
