Elon Musk, fundador de SpaceX y uno de los líderes más influyentes en la carrera espacial, no solo busca llevar a la humanidad a Marte, sino que también tiene una visión clara de cómo debería gobernarse el planeta rojo. En vísperas de un nuevo lanzamiento de su revolucionario cohete Starship, diseñado específicamente para misiones interplanetarias, Musk ha esbozado su ambicioso plan para establecer una ciudad autosuficiente en Marte y el sistema político que propone para regirla.
Aunque Musk aclara que "gobernar Marte estará en manos de los colonos marcianos", propone para la colonia una democracia directa en la que las leyes sean votadas por el pueblo, sin intermediarios políticos. En su visión, las leyes de Marte serán concisas y claras, evitando ambigüedades o intenciones ocultas en textos extensos. "Las leyes deben ser breves, pues en la extensión hay truco", comentó Musk en una de sus publicaciones previas sobre el tema.
El dueño de Tesla propone que las leyes en Marte deberían caducar automáticamente para evitar que la burocracia frene el progreso, algo de lo que a menudo se queja en la Tierra. Además, sugiere que cualquier ley pueda ser eliminada si el 40% de la población está de acuerdo, un porcentaje menor al de la mayoría absoluta que se usa normalmente. Musk considera que este sistema ayudaría a evitar que las reglas se queden obsoletas y a prevenir que la burocracia frene el crecimiento, como ocurre en las empresas.
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Musk afirmó en una publicación reciente que, si todas las misiones aterrizan con éxito, las misiones tripuladas podrían ser una realidad en cuatro años. Su plan tiene como objetivo apoyar a los gobiernos que deseen financiar una ciudad autosuficiente en Marte, asumiendo ellos mismos los costos de los vuelos de Starship.
Actualmente, el desarrollo del cohete se financia de forma autónoma gracias a los ingresos de Starlink y los contratos con la NASA y el Pentágono. Musk estima que construir una ciudad autosuficiente en Marte, que pueda seguir creciendo utilizando los recursos disponibles en el suelo marciano, tomará entre 20 y 30 años. Para lograrlo, se necesitarán miles de cohetes Starship, que, según Musk, serán mil veces más eficientes que los cohetes actuales.
Con esta tecnología, Musk estima que el costo de hacer que la humanidad sea multiplanetaria se reduciría a 1 billón de dólares, una cifra que considera manejable si se distribuye a lo largo de varias décadas.
El plan a largo plazo del programa Starship de Musk sigue siendo el mismo, aunque su nombre y diseño han cambiado a lo largo de los años:
