El icónico Tívoli World de Benalmádena (Málaga) podría desaparecer. Y es que el TSJA ha tumbado la resolución que el Ayuntamiento de este municipio había aprobado para blindar los terrenos de este parque de atracciones que cerró en 2020. Esta medida medida del consistorio, impulsada durante la gestión del alcalde Víctor Navas (PSOE), buscaba garantizar el uso exclusivo de estas parcelas para actividades de ocio y evitar su desaparición. Pero ahora la Sala de lo Contencioso en Málaga del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha anulado el ajuste urbanístico y ha estimado el recurso presentado por el grupo inmobiliario Tremon frente al acuerdo del Ayuntamiento por el que aprobaba definitivamente la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) relativo al ámbito de planeamiento de Tívoli. Según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso ABC, la Sala de lo Contencioso lo ha anulado al considerar que dicho acuerdo no es conforme a derecho y, además, impone las costas procesales a cargo de la administración demandada hasta el límite de 1.500 euros en concepto de honorarios de letrado. Y aunque el ayuntamiento ha mantenido en sus argumentos la legalidad por la presencia de interés público de la modificación puntual operada en el PGOU, el TSJA señala que en la justificación motivadora del cambio no se observa ninguna referencia a un interés público directamente satisfecho por la recalificación parcial del espacio. Y por ello ha anulado la resolución. Pero el Ayuntamiento quiere evitar que el Tívoli se cierre. Así, la decisión del consistorio respondía a la necesidad de proteger el espacio frente a posibles especulaciones inmobiliarias , especialmente después de que el Tribunal Supremo confirmara en 2021 que el suelo pertenece al grupo Tremón. Esta empresa inmobiliaria, que nunca ha mostrado interés en reactivar el parque, se posicionaba como propietaria definitiva tras un litigio legal prolongado. Y ahora, con la sentencia del TSJA, el futuro del recinto queda en el aire . La revocación del blindaje urbanístico podría abrir la puerta a cambios en el uso del suelo, incrementando el riesgo de una transformación que pondría fin definitivamente al legado de Tivoli World como espacio de entretenimiento. Esta decisión judicial supone un duro revés para quienes abogaban por la preservación del parque y su eventual reapertura, y deja en manos del grupo Tremón las posibles acciones futuras para definir el destino de este histórico enclave de Benalmádena. Tivoli World, un referente del ocio en la Costa del Sol desde su inauguración en 1972, cesó sus actividades en septiembre de 2020. Pero su declive comenzó a hacerse visible con la crisis inmobiliaria de los años 2000 , periodo en el que pasó por varias manos y enfrentó diversos conflictos legales hasta que, en 2004, el empresario cordobés Rafael Gómez 'Sandokán' adquirió el parque en una época dorada para su compañía Arenal 2000. Sin embargo, la posterior implicación de Gómez en la operación Malaya , junto con el estallido de la crisis de 2008, frenaron el desarrollo del parque y paralizaron proyectos de modernización. De ahí en adelante, el parque entró en un declive financiero, acumulando una deuda que, según los informes más recientes, asciende a 11,5 millones de euros . El traspaso de Tívoli a la compañía Tremón en 2007 como parte de un acuerdo inmobiliario, solo empeoró las cosas. El grupo adquirió múltiples propiedades de Gómez, pero la venta quedó envuelta en disputas, ya que el empresario alegó no haber recibido nunca el dinero acordado. Este conflicto legal persiste hasta hoy, con Gómez reivindicando la propiedad del parque y Tremón reclamando la titularidad del terreno, un litigio que ha llegado incluso hasta el Tribunal Supremo. Entre tanto, un administrador judicial declaró en 2020 a Tívoli World en concurso de acreedores debido a una deuda acumulada con Hacienda y la Seguridad Social. Y el informe del administrador apuntó que el parque seguía siendo viable económicamente si se reabría, algo que no ha ocurrido pero que anima a los trabajadores a continuar su lucha. Pero pese a todo, los antiguos trabajadores de este emblema del ocio y la diversión en la Costa del Sol siguen cuidando el parque porque mantienen la esperanza en su reapertura mientras se resuelve la batalla legal por la propiedad.