A miles de metros por debajo de la superficie, donde la luz se desvanece y las temperaturas rondan el punto de congelación, se encuentra el lecho marino profundo: el mayor espacio habitable de la Tierra y nuestro mayor sumidero de carbono, que trabaja para estabilizar el clima de nuestro planeta. Lejos de ser un páramo yermo, los fondos marinos están repletos de vida: albergan unos 10 millones de especies, la mayoría aún por descubrir.