Los objetivos de las empresas que operan en el país y el gobierno de México de transitar a un mayor consumo de energías renovables como la solar o la eólica serán imposible de cumplir si no se fomenta la inversión minera, responsable de producir minerales críticos como el cobre, el litio, la plata, el oro, el níquel, el manganeso, el cobalto, el grafito, el cobre, el zinc y las tierras raras necesarios para fabricar vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas.
En este sentido, se estima que hasta 2030, la demanda de minerales críticos para tecnologías de energía limpia puede crecer hasta cuatro veces. Para algunos minerales, el crecimiento puede ser mucho mayor: la demanda de litio del sector energético crecerá más de 10 veces para 2050 según estimaciones de la Cámara Minera de México (Camimex).
“La minería como una aliada estratégica para alcanzar las metas y objetivos de transición energética es clave y su importancia seguirá aumentando en los próximos cinco años, ya que la energía solar fotovoltaica y eólica dependen en gran medida de los metales que extraemos en la industria minera”, detalló Karen Flores, directora general de la Camimex.
Se estima que un auto eléctrico requiere seis veces más minerales que uno convencional, mientras una planta de energía eólica requiere nueve veces más minerales que una de gas.
En México, durante 2023 las mineras de México que ocupan el 1.51 por ciento de la superficie del país, produjeron al menos seis minerales considerados esenciales para la transición energética, sin embargo, a medida que la demanda aumenta en el mundo, la industria busca incursionar en la extracción de otros metales.
Con todo lo anterior, la directora general de la Camimex consideró necesario que las autoridades analicen con detenimiento la propuesta que busca prohibir la minería a cielo abierto, ya que esto impactaría no sólo en la producción de metales esenciales para la transición energética, sino que además impactaría en el bienestar social de un millón de personas en 690 comunidades que dependen directamente de la actividad minera.
“Desde la industria minera, nosotros buscaremos colaborar con la presidenta Claudia Sheinbaum, vamos a colaborar con bienestar social, tal y como ella lo está haciendo desde su gobierno”, concluyó Karen Flores.
La industria minera mexicana se fijó como objetivo reducir su huella ambiental a gran escala al tiempo que incrementan su productividad, sobre todo de minerales estratégicos para la transición energética, razón por lo que para 2030 buscarán que el 46 por ciento del consumo total de energía de la industria provenga de fuentes renovables.
“Tenemos un objetivo ambicioso, nuestra meta es llegar al 46 por ciento de consumo de energía limpia para 2030; hoy estamos un poco debajo de esa meta, pero toda la minería afiliada a la Cámara está totalmente dispuesta a colaborar para alcanzar ese objetivo”, aseguró Pedro Rivero González, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex).
De acuerdo con el Informe Anual de Sostenibilidad 2024, elaborado por la Camimex, al cierre del año pasado, sólo el 35 por ciento de la energía utilizada en la industria minera provino de fuentes limpias, lo que significa que, en menos de seis años, la industria en su conjunto deberá aumentar en 11 puntos porcentuales el uso de energías limpias.
Para lograr este avance, en 2023, las empresas afiliadas a la Camimex (alrededor de 90 por ciento de la minería formal que opera en el país) invirtieron 6 mil 988 millones de pesos en esta y otras acciones encaminadas al cuidado del medio ambiente.
Además, dicha inversión permitió que 40 operaciones mineras produjeran y consumieran energías provenientes de fuentes limpias, lo equivalente a 4 mil 444 GWh en 2023. Además, el 48 por ciento de las empresas afiliadas indicaron que son usuarios calificados del mercado eléctrico mayorista, lo que abre la posibilidad para aumentar el consumo de fuentes limpias.
Con lo anterior, queda claro que el sector minero es altamente intensivo en uso de energía, lo que aumenta su huella climática; por ello, el compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en el menor tiempo posible es esencial en los próximos 6 años.”El combate al cambio climático es uno de los mayores desafíos globales”, añadió el presidente de la Camimex.