Los agentes de la Guardia Civil de Segovia investigan a dos personas, vecinas de Cuéllar, por un presunto delito de maltrato animal al hallar en el interior de un corral 16 gallos descrestados. La Patrulla de Protección de la Naturaleza de Coca y el Equipo Roca de Cuéllar realizaron dos inspecciones dentro de dicho espacio ubicado en la localidad segoviana el pasado 6 de noviembre. Los guardias civiles, junto con un veterinario del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, levantaron acta de lo sucedido y posteriormente citaron a los propietarios de las aves en calidad de investigados, como presuntos autores de un delito de maltrato animal. La investigación comenzó el día 10 del pasado mes octubre, cuando componentes del SEPRONA de Coca realizaron una primera inspección y comprobaron que los titulares del corral carecían de documentación para realizar la actividad de cría y cuidado de las aves. De este modo, se levantó un primer acta y se formularon tres denuncias administrativas que se remitieron al Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta, al ser el organismo competente para instruir el consiguiente expediente sancionador en materia de protección y sanidad animal. Tras esta primera inspección, y al considerar los agentes que los hechos podrían constituir delito, se solicitó el apoyo a los Servicios Veterinarios de la Junta de Castilla y León de la Unidad de Cuéllar, y se realizó una segunda inspección que culminó con la investigación de dos personas como presuntas autoras de un delito de maltrato animal al tratarse de una práctica que se lleva a cabo para evitar que en las peleas estas aves se desangren y pierdan la visión. Tras las dos inspecciones realizadas en la localidad de Cuéllar, los agentes de la Guardia Civil instruyeron las correspondientes diligencias que fueron remitidas al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Cuéllar La Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, recordaron desde la Subdelegación del Gobierno en Segovia, prohíbe practicarles cualquier tipo de mutilaciones o modificaciones corporales que no estén autorizadas y, el Código Penal castiga como autor de un delito de maltrato animal, el que, fuera de las actividades legalmente reguladas, y por cualquier medio o procedimiento cause lesiones a un animal, e incluso a quien sin llegar a causarle le hubiere maltratado gravemente al animal.