En la noche de Budapest, Alemania y Hungría igualaron a uno tras un penal sobre la hora de Robin Koch.
Sin ninguna duda, este partido para los teutones llegaba como un amistoso. Ya cerraron su pase a las fases finales de la Nations League y Hungría no proponía ningún riesgo, al menos en la previa del encuentro.
Ante esto, Nagelsmann salió con un once bastante alternativo, sin Wirtz ni Musiala, y eso se notó en demasía. El equipo alemán contó con la pelota, pero nunca pudo demostrar una superioridad total en trascurso del encuentro.
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Ya en el segundo tiempo, los locales salieron mejor paradores que los visitantes. Hungría creó muchísimas oportunidades de gol en el segundo tiempo. Incluso, Alexander Nübel se convirtió en figura para mantener en cero en varias ocasiones.
Ahora bien, como se dice, cuando uno concreta de un lado, puede sufrirlo en el suyo. Así fue como en una jugada de pelota parada, tras una serie de rebotes, Felix Nmecha marcó el primer gol del encuentro. La victoria parecía decantarse, empero, en el último minuto, Robin Koch cometió un claro penal con su mano que terminó con Szoboszlai igualando el encuentro.
