El presidente Javier Milei se reunirá este martes con su par de China, Xi Jinping, en el marco de la cumbre del G20 que se realiza en Río de Janeiro, Brasil.
Tras haber participado el lunes del Plenario de Jefes de Estado y de haber incorporado a la Argentina a la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza promovida por Brasil, Milei mantendrá este martes, en el segundo y último día del encuentro, distintas reuniones bilaterales con líderes del mundo y empresarios.
A las 10:20 será la reunión con Xi Jinping, que es la que genera mayor expectativa, mientras a las 11:30 será el turno de la cita con la directora del FMI, Kristalina Georgieva. A las 12, en tanto, el Presidente mantendrá un encuentro con el primer ministro de la India, Narendra Modi, informaron fuentes oficiales.
La última reunión bilateral de la jornada será a las 13 con el gerente general de la empresa italiana Enel, Flavio Cattaneo. A las 15 partirá el vuelo que conducirá a Milei de regreso a Buenos Aires, informó Presidencia.
Durante el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, realizado en la mañana del lunes, Milei advirtió: "Sea por malicia o ignorancia, la mayoría de los gobiernos modernos han insistido en un error. El error de que para combatir el hambre y la pobreza hace falta mayor intervención estatal y mayor planificación centralizada de la economía".
En este sentido, el mandatario argentino agregó que "nuestra administración tiene una posición simple: si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en corrernos del medio".
A su vez, por la tarde y en su segundo discurso el líder libertario señaló: "Pensando en la consigna de esta exposición, creo que el concepto de ‘gobernanza global' se ha convertido en la etiqueta de este fracaso. Porque hoy, aunque varios no se animen a decirlo a viva voz, somos muchos en la comunidad internacional para quienes ‘gobernanza global' es sinónimo de imposiciones de todo tipo a nuestras naciones y a nuestros ciudadanos".
En esta misma línea, Milei añadió: "En distintos ámbitos nos han llegado a acusar de promover discursos de odio, de ser antidemocráticos o de representar un peligro para los derechos humanos, meramente por tener una opinión disidente. Esto quiere decir que los mecanismos de gobernanza global no ofrecen un canal de conversación entre semejantes. Ofrecen solo dos caminos: sumisión o rebeldía".