Durante su primera conferencia como presidente del directorio de Petroperú, Alejandro Narváez descartó su ‘quiebra real’ o ‘quiebra técnica’ y afirmó que respeta las opiniones de los que se oponen a su nombramiento, pese a que aún no lo han visto trabajar.
Asimismo, ante la interrogante sobre qué sucederá con el edificio central de Petroperú en San Isidro, y considerando que se ha estado planteando el traslado de los trabajadores al norte del país, Narváez señaló que “no es una prioridad”.
“Habría que evaluar si se justifica o no tener una oficina central de Petroperú en Lima”, explicó.
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De acuerdo con Alejandro Narváez, se ignora que el 70% de ventas se hace en Lima, entre la planta del Callao y la de Conchán. Y dado que en su gestión se promoverá la venta solo de aquellos activos que se consideren inservibles, el edificio central en San Isidro “no es una prioridad”, ya que lo considera un activo útil.
“Estoy intentando decir que en Lima se factura más que en Talara”, explicó Narváez. “Vamos a evaluar”.
Respecto a las críticas recibidas por su llegada al directorio de Petroperú, Narváez rechazó las acusaciones de gremios empresariales, calificándolas de infundadas. "Vamos a demostrar con hechos lo que sabemos hacer", aseguró en conferencia de prensa. También envió un mensaje de confianza a los inversionistas extranjeros, resaltando la experiencia y la solvencia moral del equipo al frente de la empresa.
"No hemos venido a aprender, venimos con la lección aprendida", afirmó.
Sobre la refinería Talara, Narváez compartió a este medio su diagnóstico tras una reciente visita. Indicó que uno de los principales objetivos será reducir los costos operativos, mejorar los márgenes y aumentar la producción de barriles de petróleo. "Vamos a trabajar para refinar más productos y reducir los costos de insumos y operativos", señaló.
Narváez destacó que Petroperú ha encontrado una situación financiera grave, tanto en términos de recursos como de operatividad. Sin embargo, aseguró que el plan que se presentó busca mejorar significativamente la rentabilidad de la empresa.
"Si logramos cumplir estrictamente con las metas, la rentabilidad mejorará sensiblemente. Vamos a ahorrar costos y conseguir financiamiento, lo que transmitirá un mensaje positivo a la opinión pública", comentó el director. A su juicio, esto también ayudará a generar confianza entre los acreedores financieros y proyectar una recuperación para el próximo año.
En cuanto a la reorganización de la empresa, Narváez explicó que aún no se han aprobado las bases para la contratación de una firma especializada que apoye en el proceso de transformación. Dado que este es un proceso internacional, destacó que requiere tiempo para formar el equipo adecuado. "Es un trabajo lento, pero necesario para cambiar la estructura de la empresa", agregó.
En relación con la estabilidad de la gobernanza de Petroperú, Narváez expresó su compromiso con un equipo directivo profesional y experimentado. "Vamos a dar señales claras de que hay un equipo solvente, con experiencia, que ayudará a la empresa a tener una buena gobernanza", afirmó, y agregó que esto incluye la rendición de cuentas con eficiencia y transparencia.
Narváez también mencionó que se comprometerán a comunicar los resultados financieros de la empresa cada tres meses. "Vamos a rendir cuentas con los resultados y, al final del año, presentaremos la memoria anual ante los accionistas y el país", afirmó.
En cuanto a las metas de participación de mercado, Narváez compartió que para este año se espera alcanzar un 28%, con la meta de llegar al 30% el próximo año, cifras que considera alcanzables.
Con estos planes, Petroperú busca superar la crisis que enfrenta y asegurar su sostenibilidad a largo plazo, mejorando la eficiencia operativa y la transparencia en su gestión.
