El magistrado del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para Humberto G. R., el detenido por la muerte de la joven de 36 años Estela B.S., que fue localizada muerta en la vivienda de su expareja en la zona de As Ínsuas, en la parroquia baionesa de Belesar, en la madrugada del pasado viernes, día 8 de noviembre. Según informan fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y recoge Europa Press, el hombre está investigado por un delito de homicidio/asesinato, a determinar a lo largo de la instrucción, y por un delito de quebrantamiento de medida cautelar (al saltarse una medida de alejamiento que tenía vigente). Su arresto se produjo el jueves y fue trasladado minutos después de las 9.00 la mañana de este viernes a la Ciudad de la Justicia de Vigo. Allí, se ha acogido a su derecho a no declarar. En concreto, este jueves, Humberto G.R. fue detenido después de que su madre alertase a la Guardia Civil de dónde estaba, debido a que el hombre «no aguantó la presión» de la búsqueda, al estar escondido en un galpón cercano a la vivienda donde ocurrieron los hechos durante seis días sin comer. De acuerdo al relato oficial, en la madrugada del pasado viernes, él mismo llamó al 112 para informar de que se había encontrado a Estela herida a la puerta de su domicilio y que la había metido en la vivienda y tapado con una manta. Sin embargo, cuando llegaron los sanitarios (que solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer), el hombre huyó del lugar, alegando que no tenía nada que ver con la muerte de la chica y que él no iba a «comerse ese marrón». El detenido había tenido una relación sentimental con la mujer y tenía denuncias previas por violencia de género. De hecho, el juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo dictó el pasado mes de abril una orden de alejamiento de la víctima, que estaba registrada en el sistema de seguimiento VioGen, calificada como de «riesgo medio». Así, se inició una búsqueda que terminaría en la mañana de este jueves, cuando la madre del ahora detenido alertó de su paradero. El hombre habría estado durante seis días sin comer escondido en un galpón cercano a la casa donde ocurrieron los hechos. El día de su detención fue sometido a un reconocimiento médico debido a su estado. Ahora, tras su paso a disposición judicial, fue enviado a prisión provisional, después de acogerse a su derecho a no declarar.
