No pasará a la historia por ser un partido de fútbol que recordar. No por lo que se vivió sobre el verde, donde
Francia e
Israel ofrecieron este jueves poco más de hora y media sin goles (0-0) y muy lejos de ser un espectáculo entretenido. En un
Stade de France semivacío como consecuencia del miedo de la gente a verse envuelta en altercados consecuencia de un conflicto que entre poco y nada tienen que ver con el fútbol, los de
Didier Deschamps, con
Kylian Mbappé brillando por su ausencia, fueron superiores a Israel y llevaron la iniciativa en todo momento. Pero siempre lejos de escenificar el ‘punch’ que tiene (o solía tener hasta hace poco) el delantero del
Real Madrid y con el guardameta rival,
Daniel Peretz, reivindicando su figura al protagonizar hasta 8 paradas de mérito para que
Israel volviese a casa con un punto en el zurrón.
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