El pollo es una de las carnes más populares en la cocina peruana y mundial, valorado por su versatilidad y beneficios en la nutrición. Sin embargo, existen diferentes tipos de pollo en el mercado, y las variedades de color amarillo y blanco generan curiosidad y dudas en cuanto a sus cualidades nutricionales. ¿Cuál es más saludable? ¿El color influye en sus beneficios? Entender las diferencias entre ambos tipos de pollo puede ayudarte a tomar una mejor decisión para tu alimentación y salud.
El pollo blanco se caracteriza por un color de piel pálido. Este tipo de pollo suele criarse en granjas industriales, donde su alimentación se basa principalmente en alimentos balanceados que incluyen maíz y suplementos ricos en proteínas para promover un crecimiento rápido y fuerte.
Entre sus principales características, el pollo blanco tiene una carne rica en proteínas, lo que lo convierte en una opción saludable para quienes buscan mantener una dieta equilibrada. Además, suele ser más accesible en términos de precio debido a su disponibilidad en el mercado. Gracias a su bajo contenido de grasas saturadas, el pollo blanco es ideal para preparaciones como a la plancha, a la parrilla o en ensaladas.
El pollo amarillo, por su parte, destaca por el color dorado de su piel, resultado de una alimentación basada en maíz y vegetales que influyen en su pigmentación. A consecuencia de ello, los tonos de las verduras se mezclan con la carne, dándole el tono amarillento característico.
Entre los beneficios del pollo amarillo se encuentran su alto contenido en grasas insaturadas y su aporte de vitaminas, especialmente del grupo B, que son esenciales para el metabolismo y la producción de energía en el organismo. El pollo amarillo también contiene antioxidantes naturales derivados de su alimentación, que ayudan a combatir los radicales libres y protegen las células del cuerpo.
Elegir entre pollo amarillo y pollo blanco depende de las preferencias personales y necesidades de cada individuo con respecto a su desempeño en la comida. Sin embargo, en lo que respecta a su valor nutricional, ambos comparten casi todas sus características en común: presencia de vitaminas B3 y B6; rica en minerales y favorecimiento al desarrollo muscular.
Además, ayudan al metabolismo a producir energía y fortalece el sistema inmunológico. Vale resaltar nuevamente que las diferencias nutricionales son mínimas al igual que las del sabor.
