Primero fue la Sentencia, después la Presentación al Pueblo y, ya de forma definitiva, el momento en que cargan al Señor con la cruz. Ese es el misterio que ahora se muestra en torno a Nuestro Padre Jesús de las Penas , el titular de la hermandad de la Esperanza , pero en distintos momentos la historia pudo ser otra. La aprobación canónica de la hermandad, en 1940, erige a una institución llamada Piadosa Hermandad y Cofradía de Penitencia del Santo Cristo de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza, pero hasta que llegó la imagen del Señor pasaron muchas cosas. En 1945 nació en San Nicolás la hermandad que primero fue de Jesús ante Pilato y más tarde de la Sentencia, así que ese misterio ya estaba en la Semana Santa de Córdoba. La cofradía encargó a Juan Martínez Cerrillo la hechura del Señor, que ya se bendijo en Santa Marina con el título de Nuestro Padre Jesús de las Penas, como explica la cofradía en su página web. Salió por primera vez el Domingo de Ramos de 1959, en el muy personal paso de guadamecíes que había hecho el autor de la imagen. Iba en solitario y así fue durante treinta años. A mediados de la década de 1980 la Esperanza empezó a pensar en un misterio y por lo tanto también en un nuevo paso. La cofradía de San Andrés explica en su página web que se pensó en el misterio de la Presentación al Pueblo, en el momento del 'Ecce Homo' que aparece en el Evangelio de San Juan , y para el que la imagen del Señor tendría una iconografía apropiada. En ese momento se busca también un paso y se encarga un proyecto a Andrés Valverde , uno de los tallistas más prestigiosos de Córdoba. El dibujo se conserva y en él se bosquejan las figuras de ese misterio, entre ellos Poncio Pilato presentado a Jesús al pueblo. Era un paso de fuerte impronta barroca , con capillas con imágenes en el centro del frontal, la trasera y los costeros, y cartelas en las esquinas. Tenía seis juegos de candelabros y era muy movido, con bombos, curvas y cabezas de ángeles. Un paso barroco, distinto al renacentista que tanto cultivó la familia Valverde, y que incluía jarras florales. La hermandad se decantó por otro proyecto, el que se encargó a Antonio Díaz , de dimensiones muy parecidas (4,30 metros por 2,40), pero con líneas algo más rectas y una decoración vegetal menos profusa. Se estrenó en 1990 y hasta 1992 fue allí en solitario el Señor de las Penas. En 1991 la cofradía impulsó de forma definitiva el nuevo misterio que sería del momento posterior a la Sentencia, cuando cargan al Señor con la cruz, y que se encargó al escultor cordobés Antonio Bernal . Fray Ricardo de Córdoba estuvo entre quienes sirvieron de modelo para la escena que después plasmó el artista. En 1993 se estrenó el nuevo conjunto y el Señor de las Penas empezó a caminar rodeado por los soldados romanos, esclavos y miembros del Sanedrín, casi cuarenta años después de su hechura, y el éxito desde aquel primer Domingo de Ramos demostró que no se había equivocado y abrió un nuevo camino para la imaginería cordobesa.