Es imposible determinar lo que hubiera ocurrido de haber estado construido y si hubiera podido evitar la catástrofe y la devastación provocadas por la DANA que asoló la provincia de Valencia hace un par de semanas, pero lo cierto es que en 2005 el Gobierno socialista paralizó un proyecto que incluía la construcción de un embalse y que fue concebido para combatir las riadas en algunos de los pueblos ahora arrollados por el agua que trajo este fenómeno meteorológico extremo.
En julio de 2004, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ahora dependiente del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), presentó a varios ayuntamientos valencianos y grupos ecologistas el plan contra avenidas de la rambla del Poyo, una de las que se desbordaron por las abundantes lluvias provocando la catástrofe en la provincia de Valencia.
El proyecto estaba integrado en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que aprobó el Gobierno de José María Aznar en 2001 y que incluía la construcción de una serie de grandes infraestructuras, como trasvases y presas, diseñadas para mejorar la distribución de agua entre las distintas cuencas de España. El plan, sin embargo, generó una fuerte contestación por incluir medidas muy polémicas como el trasvase del Ebro lo que llevó a que, finalmente, fuese derogado en 2005 tras la llegada del PSOE al Gobierno.
El proyecto en cuestión preveía la aplicación de las medidas en 16 municipios, algunos de los cuales han sido duramente golpeados por la DANA: Alacuás, Aldaya, Catarroja, Cheste, Chirivella, Godelleta, Masanasa, Paiporta, Picaña, Ribarroja, Torrent, Quart de Poblet, Loriguilla, Mislata y Valencia.
La primera de las actuaciones previstas era la construcción de una presa en Cheste. La infraestructura estaba pensada para regular los caudales de la cuenca alta de los barrancos del Poyo y del Pozalet aguas arriba de esta población. La presa de Cheste iba a tener una capacidad de unos ocho hectómetros cúbicos, según informaron entonces fuentes de la CHJ al diario "Las Provincias".
Como han explicado los expertos en los últimos días, el barranco del Poyo recogió las torrenciales lluvias de la DANA procedentes de la sierra de Chiva. Este cauce no tiene ningún embalse que realice las tareas de laminación del agua, es decir, que evite que las crecidas de agua desborden los caudales y provoquen las inundaciones. Al no existir, el agua llegó completamente libre a las localidades del oeste y el sur de la ciudad de Valencia.
La infraestructura prevista, según se informó entonces, también recogía la construcción de dos diques, uno en el barranco del Poyo y otro en el de Pozalet, proyectados para desaguar en el cauce del Poyo para reducir el caudal de agua en ambos casos por el efecto de laminación del propio embalse.
El plan también planteaba la adecuación del barranco del Poyo desde su cruce con un by-pass. En ese tramo, las inundaciones ya eran entonces habituales cuando las lluvias eran abundantes, sobre todo, en el polígono industrial El Oliveral. Esta área de Ribaroja, precisamente, se ha visto muy afectada por la DANA, con cientos de empresas paralizadas por los destrozos causados por el fenómeno. La actuación propuesta consistía en la ejecución de un parque con función de laguna de laminación aguas arriba el by-pass. En este punto, se preveía la creación de una gran vía verde de unos 30 metros de ancho que terminaría en un parque que actuaría como laguna de acumulación en casos de avenida.
Más allá de este plan, en años posteriores se volvieron a poner sobre la mesa proyectos para el barranco del Poyo que, sin embargo, no se ejecutaron. Así lo ha denunciado también el catedrático de Ingeniería Hidráulica en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) Félix Francés. "Es un desastre anunciado. He hecho ya en esta vida 10 modelos hidrológicos del barranco del Poyo, lo cual significa que es un caso de estudio paradigmático. Y hay solución", explicó el experto en otra entrevista en Onda Cero: "En 2007 hicimos en colaboración con la CHJ un plan de gestión de riesgos de inundación en el barranco del Poyo, sería la quinta o sexta vez que lo hacíamos, se llegó a unas soluciones que desde el punto de vista económico eran perfectamente viables, y ahí está parado desde entonces", aseguró Francés.