Un soldado murió y otro quedó gravemente herido este viernes por un atentado con una moto bomba atribuido a disidencias de las FARC en una conflictiva región del suroeste de Colombia, informaron autoridades.
En videos difundidos por el Ejército se observa el techo de una casa destruido, escombros en el suelo y una decena de militares a lo largo de la calle donde estalló el vehículo en el pueblo El Plateado, en el departamento del Cauca.
"Uno de los soldados heridos en el atentado ocurrido esta mañana (...) ha fallecido debido a la gravedad de sus heridas, mientras que otro se encuentra con pronóstico reservado", indicó en un boletín el ministerio de Defensa.
El Ejército lanzó una ofensiva a comienzos de octubre en este bastión montañoso de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC), donde abundan los sembradíos de hoja de coca.
Cientos de soldados armados con artillería y tanquetas se enfrentan sin tregua con los rebeldes que rechazaron el histórico acuerdo de paz firmado por el grueso de las FARC en 2016. Los disidentes responden con ataques con drones cargados de explosivos, bombas y balaceras.
"Estos hechos solo fortalecen nuestra determinación para seguir adelante con el despliegue de nuestras fuerzas", indicó el ministro de Defensa, Iván Velásquez, citado en el boletín.
En Jamundí, a 25 kilómetros de la ciudad de Cali (suroeste), otra moto bomba estalló en la madrugada al paso de una patrulla de la policía, informó a medios el coronel Germán Manrique.
El uniformado que conducía del vehículo quedó herido en el ataque, también atribuido a los disidentes.
En medio de negociaciones de paz con el gobierno de Gustavo Petro, el EMC se dividió en dos.
La escisión al mando de alias Iván Mordisco se apartó de los diálogos y aumentó su presión contra el Estado con una ola de violencia.
Estos disidentes controlan zonas rurales donde abunda la minería ilegal y el narcotráfico, en el país que más produce cocaína.
La fuerza pública logró mantenerlos al margen de la celebración de la COP16 sobre biodiversidad a finales de octubre en Cali, pese a sus amenazas.
Otra facción bajo órdenes de alias Calarca se mantiene en conversaciones con el gobierno.
Petro también negocia la paz con la guerrilla del ELN, que ordenó el confinamiento en una población del oeste de Colombia en el marco de un "paro armado" indefinido que comienza el sábado.
Colombia vive un conflicto armado de seis décadas que el gobierno de izquierda busca apagar por medio de acuerdos con numerosas organizaciones.
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