El ministro del Interior de Libia, Emad Al-Tarabulsi, ha anunciado que su país reintaurará la denominada como "policía de la moral", siendo la más conocida la de Irán, el próximo mes para reforzar los valores tradicionales de la sociedad, así como añadir una restricción a la libertad de movimientos de las mujeres.
Así lo anuncio el cargo público libio en una entrevista el pasado miércoles y, entre otras cuestiones, anunció que estos nuevos agentes se encargarían de controlar asuntos estéticos, como los peinados y la vestimenta, para que encajen en las costumbres del país.
Enfatizó, concretamente, que las mujeres tendrían que llevar prendas de ropa que se ajusten a la tradición e instó al Ministerio de Educación que hiciera obligatorio que el colectivo femenino llevase el hijab en las escuelas e instituciones educativas.
Por otra parte, sugirió que las mujeres, quienes también tendrían un hueco profesional en la plantilla de esta policía para tratar con las mujeres libias, tendrían prohibido realizar viajes interiores en el territorio libio sin un acompañante varón. De esta manera, estas fuerzas de seguridad tendrían capacidad para detener delincuentes o entrar en domicilios si se prueba que están involucrados en actos inmorales.
El anuncio de esta batería de medidas ha despertado el debate público entre los internautas libios, creando la división entre aquellos que apoyan la decisión para limitar "la degradación de la sociedad" frente a aquellos que ven estos hechos como un límite a las libertades.
Una de las más beligerantes frente a esta posible nueva policía ha sido la activista Amira Youssef, quien declaró que "existen diferencias entre mantener los valores públicos e imponer las leyes del ISIS", añadiendo que "solo queda declarar que Libia es una extensión" de la organización salafista.
Otros, en cambio, se han preguntado si no es mejor dar importancia a asuntos más críticos como la lucha contra la corrupción de Libia o el saqueo de fondos.